Madrid, a prueba de diluvios: "Mide casi 300 metros de largo por 140 de ancho y 22 de profundidad. Es un gigantesco depósito rectangular bajo el Club de Campo de Madrid (Moncloa) y, si llegara el diluvio universal y la red de alcantarillado de la ciudad se desbordara, tendría capacidad, por sí solo, para contener 400.000 metros cúbicos de agua: ocho veces el estanque del Retiro.
Pero no estará solo. El estanque de tormentas de Arroyofresno -el mayor del mundo junto al nuevo de Butarque, según la Concejalía de Medio Ambiente-, es parte de un plan del Ayuntamiento para renovar toda la red de saneamiento junto al río Manzanares, que incluye otros 27 estanques (bastante más pequeños) y 34 nuevos kilómetros de colectores de aguas sucias. Todo debe estar terminado antes de mayo de 2008 y costará 500 millones.
Los dos grandes colectores que discurren a ambos márgenes del río recogen la mayor parte del agua sucia de Madrid, procedente de inodoros, grifos, duchas y todo tipo de desagües. La función de los colectores es distribuir el agua por cinco de las siete depuradoras de la ciudad, pero a veces no toda llega a su destino. "Algunos de esos tubos tienen más de un siglo. Están tan viejos y son tan pequeños que, el día que llueve, no pueden contener todo el agua, y el sobrante sale por los aliviaderos y se vierte al cauce del río", advierte el director de Aguas. El Manzanares se convierte entonces en "un caudal de aguas turbias", como ayer lo definió la concejal de Medio Ambiente.
A partir de 2008 el vertido no irá al río, sino a los estanques de tormentas construidos a ambos lados del cauce, bajo tierra. Desde allí, las "aguas negras" -como las llaman eufemísticamente los técnicos- serán derivadas a las depuradoras o, de nuevo, a la red de colectores menores."
Pero no estará solo. El estanque de tormentas de Arroyofresno -el mayor del mundo junto al nuevo de Butarque, según la Concejalía de Medio Ambiente-, es parte de un plan del Ayuntamiento para renovar toda la red de saneamiento junto al río Manzanares, que incluye otros 27 estanques (bastante más pequeños) y 34 nuevos kilómetros de colectores de aguas sucias. Todo debe estar terminado antes de mayo de 2008 y costará 500 millones.
Los dos grandes colectores que discurren a ambos márgenes del río recogen la mayor parte del agua sucia de Madrid, procedente de inodoros, grifos, duchas y todo tipo de desagües. La función de los colectores es distribuir el agua por cinco de las siete depuradoras de la ciudad, pero a veces no toda llega a su destino. "Algunos de esos tubos tienen más de un siglo. Están tan viejos y son tan pequeños que, el día que llueve, no pueden contener todo el agua, y el sobrante sale por los aliviaderos y se vierte al cauce del río", advierte el director de Aguas. El Manzanares se convierte entonces en "un caudal de aguas turbias", como ayer lo definió la concejal de Medio Ambiente.
A partir de 2008 el vertido no irá al río, sino a los estanques de tormentas construidos a ambos lados del cauce, bajo tierra. Desde allí, las "aguas negras" -como las llaman eufemísticamente los técnicos- serán derivadas a las depuradoras o, de nuevo, a la red de colectores menores."
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