Un lince menos. Ayer murió un ejemplar de esta especie en extinción. Este macho de año y medio de edad no pudo recuperarse de las heridas que le causó un cepo en el que cayó, por culpa del cual le amputaron su pata delantera derecha. Un grupo de ciclistas encontró al animal malherido y desnutrido -apenas pesaba 4,5 kilos, la mitad de lo que debería a su edad- en un paraje de las lagunas de Moguer-Pinares del Abalario, entre Moguer y Almonte. El lince fue trasladado al Centro de Recuperación de El Acebuche del Parque Nacional de Doñana, donde los veterinarios le suministraron suero y anti-bióticos para su recuperación, según fuentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Mientras tanto continúa la investigación sobre la ubicación del cepo, así como la responsabilidad de su colocación en el campo. Medio Ambiente recordó que esta práctica delictiva está recogida tanto en el Código Penal como en la Ley de la Flora y Fauna Silvestre de Andalucía, por su carácter indiscriminado, ya que puede afectar a especies que se encuentran en peligro de extinción o a las propias personas que caigan en la trampa.
La organización ecologista WWF-Adena recordó ayer que ya son seis los animales de esta especie fallecidos en Doñana durante el año 2006, y reivindicó de nuevo la puesta en marcha de un plan de emergencia. El coordinador de la Oficina de Doñana del colectivo, Juan José Carmona, señaló que Adena ya indicó que las posibilidades de supervivencia de este animal eran "mínimas". "Pese a los cuidados intensivos llevados a cabo por el equipo veterinario de El Acebuche, el animal ha fallecido", expuso Carmona, que incidió en la "necesidad" de poner en marcha un plan de emergencia "que asegure la supervivencia en Doñana del felino más amenazado del planeta".
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