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agroinformacion.com
Casi la mitad de los siniestros se debieron a la negligencia del hombre, generalmente ganaderos y agricultores del norte que utilizan el fuego para la quema de matorral en sus pastos.
11. Junio ´07 - La mano del hombre está detrás del origen de una gran mayoría de los incendios forestales que se producen, según el estudio "Los incendios forestales en España 1996-2005" elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente. El clima, el tipo de vegetación y la orografía son factores que favorecen o dificultan la propagación del fuego, pero no son la causa principal.
En esa década, la provincia de Burgos padeció 2.131 incendios, de los cuales 1.008 -el 47,3%- se debieron a actuaciones negligentes del hombre. Un 38% -826 siniestros en total- fueron intencionados-. Solo un 5,4%, 115 fuegos, se produjeron como consecuencia de la caída de un rayo. Por reproducción de otros fuegos, hubo 20. Y las autoridades no pudieron determinar la causa de 162 quemas.
El mayor número de incendios se producen en el norte de la provincia y es la acción del hombre la que explica la mayoría de siniestros. Según apunta el jefe de la Unidad de Ordenación y Mejora del Medio Natural de la Junta, Javier María García, en febrero y marzo, cuando soplan vientos del sur, "muy desecantes", los ganaderos aprovechan, antes de que el pasto haya nacido, para eliminar el matorral "que crece y se extiende como la pólvora en las zonas de clima atlántico, como es el norte de Burgos y provincias como León, Ourense o Zamora". Los ganaderos optan por prender fuego al matorral en lugar de utilizar la maquinaria especializada para el desbroce y "en muchos casos no son capaces de controlar los incendios que se originan y otras veces no son conscientes de que el viento no tarda nada en trasladar un rescoldo a una zona cercana donde termina por producirse una catástrofe".
Un 60% de la superficie que arde en la provincia es arbolada y el otro 40%, aunque también pertenece a la categoría de forestal, son especies herbáceas y leñosas que no pasan de los dos metros de altura.
La Junta de Castilla y León lleva un lustro intentando reducir este tipo de prácticas con varios programas. Uno es el denominado Plan 42, que trata de implicar a los municipios en la prevención de los incendios a través de medidas de sensibilización social.
Otra de las medidas que ha tomado la Junta es la de facilitar a ganaderos y agricultores las labores de desbroce. "Cuando llega la temporada informamos a los Ayuntamientos para que nos soliciten medios y maquinaria para evitar que se acuda al fuego para eliminar el matorral", afirma García.
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