El Correo Gallego.es
El delegado en Canarias del Colegio de Ingenieros Técnicos Forestales, José Luis Audicana, destacó hoy en declaraciones a Europa Press la buena coordinación entre los diferentes cuerpos de lucha contra el fuego en Tenerife, gracias a la creación desde el primer momento del Centro de Coordinación con un mando constante las 24 horas.
Así, Audicana relató que el mando único coordinó adecuadamente a los efectivos de Policía, del Ejército, de Bomberos, agentes forestales y personal de los municipios, por lo que "en todo momento se sabía donde estaba cada uno".
Asimismo, el ingeniero técnico Forestal considera que los medios fueron los adecuados, aunque en un incendio de dimensiones tan grandes todos los medios son necesarios. No obstante, la propagación del fuego se vio favorecida por los fuertes vientos de más de 100 kilómetros por hora que empujaron las llamas hacia el Teide y después hacia el oeste. Estos vientos también impidieron que los helicópteros pudieran sobrevolar algunos barrancos muy abruptos, indicó Audicana, quien considera que los aviones no hubieran podido ayudar a la extinción de las llamas al no poder acceder a estos barrancos.
Por otra parte, se espera que el fuego pueda quedar controlado mañana si las condiciones meteorológicas acompañan, ya que ayer las temperaturas alcanzaron los 40 grados centígrados a las 9.00 horas, lo que junto con el viento favoreció la propagación de las llamas.
En cuanto a las causas de incendio, Audicana comentó que por el momento los esfuerzos se centran en apagar el fuego y no se ha comenzado a investigar las causas, aunque sí se sabe que el incendio comenzó en un solo punto.
Por el momento no se ha registrado ningún herido entre los efectivos de extinción de incendios, pero sí han quedado calcinados tres vehículos y un camión de los medios de lucha contra el fuego, señaló el ingeniero técnico Forestal.
Respecto a las actuaciones de extinción, Audicana indicó que la prioridad era evitar que se quemaran las casas de varios municipios, por lo que se decidió atacar el fuego en la cola, aunque no se pudo impedir que el fuego arrasara algunas viviendas y se tuviera que desalojar a 8.000 personas.
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