fuente: El Correo Gallego
Récord histórico en Galicia: el año pasado se cortaron nada menos que ocho millones de metros cúbicos de madera, una cifra nunca antes alcanzada, y que supone incrementar en un 30% la producción media registrada en la comunidad en los últimos doce años.
Puesta en perspectiva, esta materia prima llenaría ocho estadios de fútbol de las dimensiones del Santiago Bernabéu, al que se le atribuye una capacidad de un millón de m3. Para quienes no simpaticen con el Real Madrid, otro ejemplo: con ella se podrían levantar cuatro pirámides de madera maciza como la de Kefrén (2.095.000 m3), la segunda en dimensiones de las tres que, en Egipto, adornan el valle de Gizeh.
El año pasado, el mercado forestal arrancó el ejercicio con un cambió de tendencia, con repuntes en los precios pagados por el eucalipto (se cortaron 3.2678.000 metros cúbicos), coníferas como el pino (3.892.800 m3) y frondosas (409.000 m3): escaseaba la madera en el mercado internacional. Los cuarenta mil propietarios gallegos que colocaron su producción en el mercado a lo largo de 2008 son testigos de esta evolución, tras varios años en los que los niveles de precios habían sido menos halagüeños. Contribuyó la importante caída en la producción forestal tanto en Estados Unidos como en los países del Viejo Continente.
Los cálculos del capital depositado en los montes gallegos, en torno a 133 millones de metros cúbicos de madera, se situarían a precio de mercado en cuatro mil millones de euros. "Vale máis unha terra con árbores nos montes, que un Estado con ouro nos bancos". Sabias palabras, pronunciadas por Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Todo un banco forestal en el que no contamos el impacto del ciclón Klaus, cuyas últimas estimaciones hablan del derribo de un millón de metros cúbicos de madera, o lo que es lo mismo... el equivalente a un Bernabéu.
El peso de la industria forestal gallega en la economía no es desdeñable. Representa el 3,5% del PIB de la comunidad, un porcentaje que sitúa a Galicia a niveles de grandes colosos madereros, como son Finlandia (3,7% del PIB)o Nueva Zelanda (3,1%). No es de extrañar: genera en la actualidad 26.000 puestos de trabajo directos y otros cincuenta mil indirectos. Por provincias, la transformación de la madera es la cuarta actividad industrial en A Coruña, la tercera en Pontevedra y Ourense, y la segunda en Lugo. En la mayoría de las comarcas del rural es una de las tres principales fuentes generadoras de puestos de trabajo.
La crisis se contagiaba al terreno forestal desde el pasado verano, y el consumo aparente de productos de madera bajaba en Europa y EEUU al menor nivel desde 2003. España y Galicia también sufrían este varapalo.
Según informan desde Fearmaga, con el fin de "evitar que el descenso de la producción afectase a la plantillas, las empresas pusieron en marcha medidas de flexibilidad laboral optimizando los recursos". Así, en 2008 se redujeron el número de horas trabajadas en un 5%. "Se recurrió a la supresión de horas extras, concesión de vacaciones anticipadas, paradas técnicas?", señalan. Sin embargo, estas vías se agotan de cara al futuro, sobre todo si el consumo no se recupera. "Ya no quedan muchas alternativas. No podemos descartar ninguna posibilidad, ni siquiera los ERE, como está sucediendo en otros sectores. Si en los próximos meses la situación se mantiene se destruirá empleo". Y hablamos de poner en la picota del orden de tres mil empleos.
Puesta en perspectiva, esta materia prima llenaría ocho estadios de fútbol de las dimensiones del Santiago Bernabéu, al que se le atribuye una capacidad de un millón de m3. Para quienes no simpaticen con el Real Madrid, otro ejemplo: con ella se podrían levantar cuatro pirámides de madera maciza como la de Kefrén (2.095.000 m3), la segunda en dimensiones de las tres que, en Egipto, adornan el valle de Gizeh.
El año pasado, el mercado forestal arrancó el ejercicio con un cambió de tendencia, con repuntes en los precios pagados por el eucalipto (se cortaron 3.2678.000 metros cúbicos), coníferas como el pino (3.892.800 m3) y frondosas (409.000 m3): escaseaba la madera en el mercado internacional. Los cuarenta mil propietarios gallegos que colocaron su producción en el mercado a lo largo de 2008 son testigos de esta evolución, tras varios años en los que los niveles de precios habían sido menos halagüeños. Contribuyó la importante caída en la producción forestal tanto en Estados Unidos como en los países del Viejo Continente.
Los cálculos del capital depositado en los montes gallegos, en torno a 133 millones de metros cúbicos de madera, se situarían a precio de mercado en cuatro mil millones de euros. "Vale máis unha terra con árbores nos montes, que un Estado con ouro nos bancos". Sabias palabras, pronunciadas por Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Todo un banco forestal en el que no contamos el impacto del ciclón Klaus, cuyas últimas estimaciones hablan del derribo de un millón de metros cúbicos de madera, o lo que es lo mismo... el equivalente a un Bernabéu.
El peso de la industria forestal gallega en la economía no es desdeñable. Representa el 3,5% del PIB de la comunidad, un porcentaje que sitúa a Galicia a niveles de grandes colosos madereros, como son Finlandia (3,7% del PIB)o Nueva Zelanda (3,1%). No es de extrañar: genera en la actualidad 26.000 puestos de trabajo directos y otros cincuenta mil indirectos. Por provincias, la transformación de la madera es la cuarta actividad industrial en A Coruña, la tercera en Pontevedra y Ourense, y la segunda en Lugo. En la mayoría de las comarcas del rural es una de las tres principales fuentes generadoras de puestos de trabajo.
La crisis se contagiaba al terreno forestal desde el pasado verano, y el consumo aparente de productos de madera bajaba en Europa y EEUU al menor nivel desde 2003. España y Galicia también sufrían este varapalo.
Según informan desde Fearmaga, con el fin de "evitar que el descenso de la producción afectase a la plantillas, las empresas pusieron en marcha medidas de flexibilidad laboral optimizando los recursos". Así, en 2008 se redujeron el número de horas trabajadas en un 5%. "Se recurrió a la supresión de horas extras, concesión de vacaciones anticipadas, paradas técnicas?", señalan. Sin embargo, estas vías se agotan de cara al futuro, sobre todo si el consumo no se recupera. "Ya no quedan muchas alternativas. No podemos descartar ninguna posibilidad, ni siquiera los ERE, como está sucediendo en otros sectores. Si en los próximos meses la situación se mantiene se destruirá empleo". Y hablamos de poner en la picota del orden de tres mil empleos.
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