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Mercedes Colombres
LA NACION
Sin prisa, pero sin pausa, la Argentina crece año tras año como proveedor de productos forestales. Una muestra de ello es el resultado de la ronda de negocios del XIII Congreso Forestal Mundial, donde se cerraron negocios por 36 millones de dólares, hechos mayoritariamente entre proveedores argentinos y compradores extranjeros.
"A la ronda vinieron interesados en comprar decks, pisos de madera, materiales para la construcción y maderas nativas que son muy valoradas, como el lapacho", explicó el coordinador de la ronda de negocios, Daniel Maradei. "También hay un interés enorme por las oportunidades que hay en la Argentina para invertir en bosques y en industrialización de la madera", agregó.
El interés que despierta la producción argentina puede verse en los números de la ronda, que contó con 205 firmas participantes y albergó más de mil encuentros de negocios durante la semana del congreso.
Según Maradei, el mercado de productos forestales de todos los países de América latina despierta un enorme interés en el mundo.
Por sus maderas nativas, sus altas tasas de crecimiento de bosques y el potencial de desarrollo, la región se está posicionando como un importante actor en el sector. "De hecho, la Argentina es el único país de la región que tiene un déficit en la balanza comercial forestal, porque no tiene tan desarrollado el sector industrial", señaló Maradei.
"Las maderas argentinas y brasileñas son superiores en durabilidad a nuestra madera. Por eso venimos en busca de ellas", opinó Jürgen Jordan, de la firma alemana Espen.
Según Jordan, la asignatura pendiente de la Argentina es difundir en el país el manejo sustentable de los bosques, porque ésta es una condición fundamental para vender bien la madera en Europa.
Para Ashwini Mugdal, gerente de Sudima, una empresa de Singapur, comprar productos forestales en la Argentina, Brasil y Uruguay ofrece innumerables ventajas para los clientes del sudeste asiático. "Ustedes tienen un sector forestal bien desarrollado, son buenos proveedores y respetan los contratos", explicó Mugdal, que, por otro lado, señaló como desventajas de estos países "los altos costos bancarios y los aranceles a las exportaciones".
Para el ecuatoriano Hamilton Aguilera, de la firma Construmadera, una perspectiva interesante es la construcción de casas de madera. "Se pueden construir en nuestra región; son ecológicas y baratas. Hay que romper con el prejuicio cultural que indica que estas casas son de mala calidad", explicó. En este sentido, un punto de atracción para varios compradores fue el modelo de casa canadiense del INTA Entre Ríos. De acuerdo con Martín Sánchez Acosta, del INTA Concordia, hubo tres países interesados en comprar el modelo.
Un plan forestal
Durante el mismo congreso, el secretario de Agricultura, Lorenzo Basso, anunció que en 2010 el país presentará un plan forestal para atraer inversiones, complementario al actual régimen de promoción de plantaciones de la ley 25.080. "La idea es tener políticas agresivas que favorezcan la radicación de industrias que consuman madera y fomentar la instalación de conglomerados productivos", destacó.
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