BUENOS AIRES — La lucha contra la destrucción de bosques -responsable del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero- deberá ser un desafío clave de la próxima Cumbre en Copenhague sobre el calentamiento global, coincidieron este martes expertos del Congreso Forestal Mundial que se reúne en Buenos Aires.
"El mundo debe entender que la deforestación es responsable de casi el 25% de la emisión de dióxido de carbono (causante del 'efecto invernadero')", dijo a AFP el ingeniero Daniel Baradei, uno de los coordinadores del encuentro.
Baradei anticipó que entre las conclusiones del XIII Congreso figurará este mensaje al Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima (MEF, en inglés), que deliberará en diciembre en la capital danesa, con los 17 países más contaminantes.
"No podemos permitirnos fracasar (...) Si vacilamos, la Tierra estará en peligro", dijo esta semana el primer ministro británico, Gordon Brown sobre el MEF, en una declaración que no pasó por alto en el foro de Buenos Aires.
Jan Heino, subdirector General de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), dijo en la capital argentina que "el sistema forestal es crucial a la hora de hablar del cambio climático".
"Más del 20% de las emisiones de gas de efecto invernadero son producto de la deforestación", reafirmó el ministro de Agricultura de Nueva Zelanda, David Carter, en un Congreso donde unos 3.500 delegados de 160 países asisten a los paneles.
En el corazón de un centro de convenciones que ocupa 12 hectáreas, Carter dijo que "los bosques van a ser afectados por el cambio climático, incendios, tormentas, pestes y enfermedades".
"Estos cambios profundos tendrán implicancias, porque mucha gente depende de los recursos que provienen de los bosques", agregó el ministro neozelandés durante el encuentro que empezó el domingo y termina el viernes.
El espacio ferial lo comparten personalidades de todo tipo, desde ecologistas desvelados por la tala sin piedad de árboles hasta industriales que apoyan una explotación sustentable del recurso.
Jorge Rodríguez, ministro de Ambiente de Costa Rica, dijo que hace más de tres décadas su país decidió combatir la deforestación mediante el aumento de áreas protegidas.
En Costa Rica, las zonas de bosques protegidos representan el 27% del territorio, o sea más de un millón de hectáreas.
"Los bosques de Costa Rica almacenan 230 millones de toneladas de carbón, lo que es un valioso aporte contra el calentamiento global", dijo Rodríguez.
Henri Djombo, ministro de Economía Forestal de la República del Congo, relató la experiencia única de gestión sustentable en la Cuenca del Congo, en la que participan 10 países.
Pero Djombo advirtió que el plan "exige 2.000 millones de dólares para los próximos 10 años", destinados al "sostenimiento de los bosques de la Cuenca del Congo como un objetivo mundial que sobrepasa las fronteras de nuestros países".
"Los flujos financieros destinados por la comunidad internacional son tan bajos que uno se pregunta si hay una real voluntad de preservar esos ecosistemas, o si se trata de que los países implicados y sus comunidades se las arreglen como puedan", reflexionó el ministro congoleño.
El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, que también cree que la responsabilidad de los países ricos es mayor que la de los países emergentes, reiteró hace una semana que exigirá en Copenhague una contrapartida financiera de parte de las naciones industrializadas.
Lula anunció también que su país se comprometerá a reducir para 2020 en 80% el ritmo de la deforestación de la Amazonia, el bosque tropical más grande del mundo.
En Copenhague confluirán los países responsables del 90% de la emisión mundial de dióxido de carbono (CO2).
El mayor responsable de la emisión de CO2 es la quema de combustibles fósiles, según la FAO.
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