Forestales le toma la medida al pino
Mieres del Camino, A. L.
La Escuela Politécnica de Mieres no sólo se dedica a dar clases y a formar ingenieros. Además de esta labor educativa, los diferentes departamentos están desarrollando proyectos de investigación que sirven para avanzar en el conocimiento científico y para formar a sus alumnos. En ese contexto, la Escuela está desarrollando varios proyectos de investigación en torno a su titulación Forestal. Gracias a estas investigaciones, en estos momentos hay disponibles para los árboles asturianos, por primera vez, curvas de calidad de estación, es decir gráficos que permiten identificar la velocidad de crecimiento de una especie arbórea en un sitio concreto. «Si yo tengo dos montes de pino "radiata" puedo saber el tiempo que voy tardar en cortar. Antes no existía esa curva y se hacía a sentimiento o se utilizaban las que se habían hecho para otras regiones, como Galicia o el País Vasco», explica Asunción Cámara Obregón, subdirectora de la Escuela Politécnica y responsable de estos proyectos de investigación.
En esta línea de estudio de las masas forestales asturianas se está determinando qué montes en Asturias son los que producen más cantidad de árboles en menos tiempo y cómo evolucionan esas masas forestales con los años, para poder así proponer los tratamientos silvícolas adecuados y, de esta forma, saber cómo se puede conseguir una mayor producción. Los árboles a los que se están dedicando estos estudios son los más comunes en Asturias, como los castaños, eucaliptos y las modalidades de pinos, «radiata» y «pinaster».
Muchos de estos proyectos van en consonancia con las necesidades de las empresas, que tienen una demanda tecnológica que «orienta el tipo de silvicultura que se debe hacer». Cámara pone un ejemplo para explicar hasta qué punto los empresarios necesitan este trabajo de la Universidad. «Una empresa asturiana que se creó hace cuatro o cinco años, y que trabaja específicamente en el mobiliario de áreas recreativas y que demanda madera de diámetros pequeños, ha descubierto ahora que puede aprovechar los cortes que se realizan a lo largo de la vida de la plantación para eliminar competencia entre árbol y árbol. Eso que normalmente no vale nada y cuesta dinero cortarlo es aprovechado por ellos».
Los alumnos pueden hacer sus proyectos de fin de carrera haciendo estas investigaciones. «Ofrecemos becas de colaboración vinculadas a los proyectos para que los alumnos hagan su proyecto fin de carrera en aspectos vinculados directamente con su profesión», dice la subdirectora de la Escuela.
También hay dos ingenieras técnicas forestales que están contratadas con cargo a estos proyectos, una de ellas licenciada en la Escuela Politécnica de Mieres, que se encargan de realizar el trabajo de campo y de dirigir a los becarios. Los alumnos, explica Cámara, «aprenden a inventariar, a usar herramientas estadísticas, a cubicar, a planificar. Cosas que van a tener que hacer en cualquier empresa». También colaboran varios profesores de la Escuela, cada uno especialista en algún área concreta, como edafólogos, que analizan el tipo de suelo, expertos en modelización estadística, en geoestadística y sistemas de información geográfica o en repoblaciones forestales.
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