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ASER VIDONDO . PAMPLONA .

Navarra tiene mucho potencial por explotar en sus bosques. O al menos esto se desprende de los datos de los que dispone el departamento de Medio Ambiente. Actualmente, las cortas de madera y leña, incluyendo los aprovechamientos forestales, tratamientos silvícolas de mejora y los aprovechamientos tradicionales de leña de hogar, ascienden a 300.000 m³ al año, si bien la cantidad de biomasa forestal potencial en Navarra (madera y materia orgánica del monte) es de 1.605.180 m³ anuales, cifra 5 veces superior.

"Existe disponibilidad de materia prima para acometer las iniciativas actualmente planteadas para el desarrollo de la biomasa forestal como recurso energético en Navarra", concluye Medio Ambiente. Entre otros proyectos, se prevén plantas de biomasa forestal en Roncal, Aezkoa-Salazar, y Orkoien (producción de energía y materiales derivados como pellet o astillas), existe una empresa de producción de pellets en Sangüesa, y se han instalado calderas de biomasa para calentar edificios públicos del valle de Ultzama, y en el Señorío de Bertiz.

La cifra de la cantidad de biomasa leñosa potencial se obtiene teniendo en cuenta las superficies forestales y los crecimientos anuales en m3/hectárea/año. Por comarcas, de los 1,6 millones de m³/año, 676.033 se enmarcan en la zona pirenaica; 492.873 en la cantábrica; 367.281 en la Zona Media y Cuenca de Pamplona; y 68.993 en la Ribera.

Navarra cuenta con una superficie forestal arbolada de 462.665 hectáreas, según el III Inventario Forestal Nacional de 1999. A falta de datos del nuevo estudio, efectuado en 2009, esta superficie habría crecido un 25%. De todas estas hectáreas, la superficie forestal ordenada comprendería 259.580, un 56%. Los proyectos de ordenación permiten conocer las existencias detalladas de madera y, por tanto, de biomasa forestal.

Salida a un producto sin valor

Según Medio Ambiente, "la biomasa forestal para fines energéticos supone dar salida al mercado a un nuevo producto que, hasta ahora, carecía de valor comercial". "Conlleva importantes beneficios a nivel social (desarrollo de zonas rurales), económico (nueva oportunidad de negocio para el sector y menor dependencia de combustibles fósiles, con el consiguiente ahorro) y medioambiental (conlleva una correcta gestión de los bosques y ahorro de CO₂)", expone.

El Gobierno foral cuenta con un Plan de Fomento del Sector Forestal. Entre Ejecutivo e iniciativa privada, se invierten al año 17,5 millones. Se trata de un sector en estado crítico, entre otros factores, por la crisis económica, la caída del sector inmobiliario y el descenso del precio de la madera. Aglutina en Navarra a 400 empresas asociadas y a 5.000 trabajadores.