Hasta al menos el mes noviembre de 2010 no podrá extraerse toda la madera quemada por los incendios del pasado verano en la Serranía de Cuenca, Poyatos y Las Majadas. Los trabajos, en los que hay empleadas unas ochenta personas, han permitido extraer de momento el 20% de las 3.500 hectáreas de madera quemada tras el fuego. Se calcula que se podrán sacar 200.000 metros cúbicos, según indicó el director general de Política Forestal, Darío Dolz.
Su destino será comercial, lo que reportará unos beneficios aproximados de 1,5 millones de euros, una cantidad que, como estipula la Ley de Montes y Gestión Forestal Sostenible de Castilla-La Mancha, se reinvertirá en la regeneración y reforestación de la zona. Además, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, ha dispuesto una partida presupuestaria de 2,2 millones de euros que, además de a la saca, se destinarán a la restauración de pistas forestales.
De hecho, ya han comenzado los trabajos en la pista que va desde Las Majadas hasta el cruce de la carretera entre Uña y Tragacete, así como de la pista forestal que va desde Poyatos hasta el Alto de la Vega. Estas actuaciones concluirán con el reasfaltado de ambas pistas cuando cese el tránsito de camiones en la zona, motivado por la extracción de la madera calcinada.
Actualmente se está dando prioridad a las zonas que tienen un mayor impacto paisajístico, donde se está realizando el semillado para que recupere cuanto antes el aspecto característico de la Serranía, según Dolz.
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