Ruiz, que ha intervenido hoy en la Ponencia de estudio sobre la protección del ecosistema de la dehesa, a petición del PP, ha explicado a los medios de comunicación que Castilla y León cuenta con cerca de 500.000 hectáreas de dehesa, fundamentalmente de encina, y aunque sus condiciones sanitarias son "algo mejores" que las de otras comunidades, es "necesario un Plan de actuación a nivel nacional".
Dicho Plan, ha añadido Ruiz debe tener como prioridad el hacer "viables" las explotaciones, "manteniendo sus valores ambientales, recuperando su arbolado y conservando su biodiversidad, su paisaje y su identidad cultural".
Tras señalar que sería necesario el apoyo de la Comisión Europea para llevar a cabo este Plan, ha destacado que de los 305 millones de euros que estima necesarios para llevar a cabo la actuación, 75 millones estarían destinados a repoblación forestal, financiados a partes iguales por la Unión Europea, el Gobierno de España y las comunidades autónomas.
Ha destacado que no se trata de ampliar la superficie protegida sino de hacer efectiva la protección ya existente, y ha recordado que el 30 por ciento de la superficie de la dehesa en España ya aporta a la Red Natura 2000 más del doble que ningún otro país de la Unión Europea.
Asimismo, la consejera ha propuesto "contrato territorial" que "supondría la obligación de la realización de un plan de gestión" en la propiedad privada.
Entre las acciones prioritarias, la consejera ha destacado la elaboración de planes de gestión para cuatro millones de hectáreas de explotaciones de la dehesa, la concentración de gestión sobre 750.000, la regeneración del arbolado en 100.000 hectáreas nuevas cada año, así como la densificación del arbolado y la repoblación en 50.000.
Asimismo, ha apostado por la elaboración de un Registro Nacional de Dehesas y la implantación de una política coordinada de promoción de productos de calidad asociados a las explotaciones de dehesa como jamón, carne, miel, corcho, bellota, leña y caza.
Ha apuntado que también sería eficaz el desarrollo de la bioenergía mediante un mercado de astillas para calefacción de biomasa, el apoyo a la investigación, especialmente en materia de control de enfermedades y material de reproducción forestal, la promoción del turismo en la dehesa y la identidad cultural, y la apuesta por la transformación de las tierras de cultivo en dehesas.
Por último, Ruiz ha propuesto el "aprovechamiento de los retazos", una experiencia que una empresa de Salamanca ya lo está poniendo en valor, así como "la creación de un Observatorio Internacional de la dehesa donde la presidencia seria rotatoria" entre las regiones de España y Portugal.
Por su parte, el director del Instituto del Corcho, la Madera y el Carbón Vegetal (ICMC) de la Junta de Extremadura, Miguel Elena Rosello, ha planteado la "necesidad de una ley de protección integral de la dehesa que sea capaz de aunar los criterios y de coordinar los esfuerzos que se están haciendo a través de distintas comunidades autónomas".
El director del ICMC ha precisado que es necesario que "la misma realidad tenga el mismo tratamiento legal y el mismo tipo de apoyo con independencia del territorio dónde esté y de la adscripción geográfica y política que tenga".
Preguntado por la situación de la dehesa, Miguel Elena Rosello ha destacado que la población de alcornoques está en "un estado de maduración muy avanzado", por lo que es necesario "una modificación de su pirámide de edades que no puede venir más que a través de un esfuerzo de regeneración", mediante "plantación o siembra" o de manera "natural", acotando el territorio. EFE
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