La Guardia Civil especializada en siniestralidad laboral, que fue creada por la Fiscalía Superior de Galicia, investigó el pasado año 414 accidentes laborales ocurridos en el ámbito rural. La inestabilidad laboral y la escasa experiencia, como ocurre en el sector forestal, y la falta de medidas de prevención detectada en la construcción disparan los riesgos de accidente laboral. Pese a eso, la industria es el sector que acumula un mayor número de accidentes, con 182, seguida de los 126 de la construcción y de los que contabilizaron el sector agrícola, pesquero y maderero, con 53 siniestros, y el de servicios, con la misma cifra. En esos accidentes murieron 29 trabajadores, 89 sufrieron lesiones graves y 308 tuvieron heridas leves.
La cifra total de accidentes ha descendido respecto al 2008, cuando se registraron 118 siniestros más. Dentro del sector agrícola destaca lo que ocurre en el ámbito forestal, donde se producen «importantes problemas de salud y seguridad». Los trabajos de tala y transporte de madera son los que más accidentes ocasionan: el año pasado hubo cinco muertos y 14 heridos graves durante esas labores. Los investigadores de la Guardia Civil apuntan a factores técnicos y organizativos que «condicionan» la seguridad de los trabajadores.
El primer problema radica en que el trabajo forestal se realiza al aire libre, con los trabajadores expuestos a condiciones extremas de frío, calor o lluvia. Y se ejecuta en terrenos que originan situaciones de riesgo, en pendientes, zonas fangosas o áreas de vegetación densa. Los lugares de trabajo suelen estar en zonas apartadas y de difícil acceso, lo que dificulta las labores de rescate y traslado de los trabajadores en caso de un accidente. Y no se puede olvidar que esas tareas tienen riesgos asociados derivados de la caída de árboles de gran tamaño, del uso de herramientas peligrosas y del esfuerzo físico.
Pero quizá el aspecto que más denuncia la Guardia Civil es la escasa experiencia de los trabajadores debido a la inestabilidad de ese tipo de puestos. Los agentes descubrieron que se han ido reduciendo los empleos directos y, sin embargo, han aumentado las tareas que se realizan por medio de contratistas con empresas pequeñas y de gran movilidad geográfica.
Empresarios y empleados del sector forestal suelen tener empleos «inestables, sometidos a la presión de reducir costes en un entorno competitivo», aseguran los investigadores. Eso eleva la rotación en las plantillas y el riesgo laboral. La Guardia Civil revela que la falta de experiencia de los trabajadores se demuestra en los accidentes en los que las víctimas llevaban escasos días de trabajo, «en algunos casos era su primer día», y habían recibido una formación «que era una simple explicación verbal en la que se narraba con escaso detalle las peculiaridades del trabajo».
Por lo que respecta a la construcción, la Guardia Civil cree que un gran porcentaje de accidentes se produce por el riesgo que asumen los trabajadores antes de reivindicar más seguridad, por la confianza excesiva y por la falta de medios de prevención no solo por parte de los empresarios, «sino de los técnicos y responsables de las obras, que son quienes deben mediar entre trabajadores y empresas» para cumplir los protocolos.
0 comentarios realizados :
Publicar un comentario