El 48% de los pozos y el 47% de las fuentes de la provincia de León tienen el agua contaminada, según los resultados de los 1.542 análisis realizados en el laboratorio del Colegio de Farmacéuticos de León. La responsable de este servicio, Purificación González, asegura que el colegio ha aumentado este año los parámetros de determinación de algunas pruebas realizadas a las aguas procedentes de pozos, abastecimientos y fuentes, «la Junta exige cloración en las fuentes públicas», aclara González. El 56% de los análisis realizados durante el 2009 corresponden a los abastecimientos públicos, el 36% a los pozos y el 8% a las fuentes, pero en los meses de verano, de mayo a junio, son los pozos los que ocupan el mayor número de análisis de este centro colegial, «la contaminación detectada está provocada, fundamentalmente, por los coliformes totales y escherichia coli, es decir, bacterias fecales».
El Colegio de Farmacéuticos de León ofrece este servicio a los particulares, ayuntamientos y juntas vecinales de la provincia, cuyos responsables son los que se encargan de recoger las muestras. «Los parámetros físico químicos en algunas sobrepasan los nitratos, debido a que tienen ganados o tierras abonadas, pero la mayor parte tienen sistemas de cloración.
La normativa sobre el control de las aguas permite al Colegio de Farmacéuticos el autocontrol y grifo del consumidor para el agua del consumo humano. Además, el laboratorio colegial realiza también controles sanitarios a la industria alimentaria, «en este caso, los análisis que hemos hecho a las carnicerías y pescaderías, por ejemplo, todos han dado negativo».
Los ayuntamientos son los que se encargan de recoger las muestras del agua para enviarlas al laboratorio profesional.
El diseño. Para evaluar la calidad de las aguas hace falta el diseño de tres tipos de análisis diferentes: el completo, el control y el grifo del consumidor. Éste último es el que tiene autorizado el Colegio de Farmacéuticos, «en los controles miramos que el agua no tenga ni microorganismos, ni parásitos o sustancias que puedan suponer riesgos para la salud humana. En el análisis del grifo del consumidor miramos lo mismo, pero añadimos otros parámetros adicionales, como el PH y la conductividad y una batería de bacterias y control del desinfectante».
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