RIO DE JANEIRO (EFE).- La Caatinga, uno de los principales ecosistemas brasileños y el único exclusivo del país, ya perdió el 45,39% de su cobertura vegetal original, según un informe divulgado hoy por el Ministerio de Medio Ambiente.
De acuerdo con una medición realizada por el ministerio con base en imágenes de satélite, de
las 319 millas cuadradas (unos 826,411 kilómetros cuadrados) de extensión de la Caatinga, 138 mil millas cuadradas (unos 358,540 kilómetros cuadrados) ya fueron desforestados.
La Caatinga, que ocupa cerca del 10% del territorio brasileño y comprende territorios de diez estados del noreste y sureste del país, es el único ecosistema exclusivo de Brasil, por lo que gran parte de su biodiversidad no puede ser encontrada en ninguna otra nación.
También es uno de los ecosistemas brasileños más importantes después de la Amazonía (que Brasil comparte con siete países), el Cerrado (Sabana) y el Pantanal, y, pese a que su vegetación es típica de regiones semi-áridas, cuenta con cerca de mil especies de flora catalogadas.
En cuanto a su fauna, se calcula que la Caatinga es el hábitat de 17 especies de anfibios, 44 de reptiles, 695 de aves y 120 de mamíferos.
De acuerdo con el estudio del Ministerio de Medio Ambiente, pese a las medidas adoptadas para preservar el ecosistema, la Caatinga perdió entre 2002 y 2008 un total de unas 6 mil millas cuadradas (aproximadamente 16,576 kilómetros) cuadrados, lo que equivale al 2% de su área.
Esa deforestación equivale a una tasa de devastación de 2,763 kilómetros por año.
De acuerdo con el ministro brasileño de Medio Ambiente, Carlos Minc, la principal causa de esa devastación es la falta de alternativas energéticas para la región, una de las más pobres del país, que obliga a la población local a destruir la vegetación para obtener leña y carbón vegetal.
"Hay que ofrecerles alternativas. Sin alternativas energéticas es muy complicado el combate a la deforestación y difícilmente vamos a acabar con esa devastación", aseguró el ministro.
Gran parte del carbón explotado en la región abastece plantas siderúrgicas en los estados de Minas Gerais y de Espíritu Santo, así como un polo de yeso y cerámica en el noreste.
Los estados que más han destruido la Caatinga son Bahía y Ceará, según el Ministerio de Medio Ambiente.
Minc aseguró que el gobierno pretende lanzar un programa de combate a la devastación en la Caatinga con normas similares al que ya existe para preservar la Amazonía y el Cerrado, es decir con metas de reducción y sanciones para empresas que talan la vegetación.
El ministro aseguró que la Caatinga es una de las áreas de Brasil más vulnerable a la desertificación y a otros efectos provocados por los cambios climáticos.
Según el estudio del ministerio, la destrucción anual de 2,763 kilómetros cuadrados de vegetación de la Caatinga es responsable por la emisión de cerca de 25 millones de toneladas de dióxido de carbono al año.
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