El temporal de lluvias, que está provocando el desbordamiento de ríos y obligando a los pantanos andaluces a desembalsar agua, también está causando un efecto parecido en las balsas de salmuera y alpechines donde vierten sus residuos las cooperativas, almazaras e industrias del sector olivarero muchas de las cuales están en peligro de reventar o al menos de desbordarse causando graves vertidos sin que hasta ahora la Junta haya respondido a los requerimientos del sector que urge un protocolo de actuación para evitar daños mayores.
En Andalucía, hay más de un millar de almazaras de aceite y entamadoras de aceituna, tanto de cooperativas como de industrias, y la mayoría de las cuales tienen la mayor parte de las veces anexas a sus instalaciones grandes balsas de evaporación donde depositan sus residuos (alpechines, salmueras o simplemente agua sucia).
El problema, que se ha vuelto acuciante en los últimos días, es que con la cantidad de agua que ha caído y que sigue cayendo no sólo no se evapora nada sino que muchas de estas balsas están a punto de rebosar e incluso podrían reventar al estar almacenando más líquido del previsto para sus estructuras. Si esto ocurriera se podrían producir graves vertidos ya que algunas de ellas están cercanas a núcleos urbanos o a cerca de cauces.
En poco tiempo han caído en muchos lugares entre 800 y 900 litros de agua por metro cuadrado lo que es una situación muy excepcional en Andalucía y que parece ser que no está prevista en lo que se refiere a qué hacer con estas balsas para evitar que se produzcan vertidos que pueden causar daños incalculables.
Oídos sordos
Desde Asaja han consultado el problema en distintas instancias de la Administración que pelotean el asunto sin que nadie se ofrezca a colaborar para solventar el problema. De hecho, según parece, el asunto depende del Comité de Emergencias de la Junta de Andalucía, pero en este departamento tampoco han dado hasta ahora ninguna respuesta al problema.
La situación de los responsables de las balsas es que si se produce un vertido les pueden, con la ley en la mano, castigar gravemente ya que este tipo de vertidos son delitos penales.
En estas circustancias, el presidente de Asaja Andalucía, Ricardo Serra, se ha dirigido a la consejera de Agricultura, Clara Aguilera, al delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, al consejero de Gobernación de la Junta, Luis Pizarro, a la consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, y al director gerente de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Paniagua Díaz, para advertirles que «la situación es extrema» y sobre todo para solicitar que «de forma coordinada, se arbitren soluciones para evitar males mayores y que se pueda establecer un protocolo de actuación unificado dependiendo de la situación de gravedad.
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