El plan de vigilancia forestal de la Semana Santa, que se aplicará entre el 1 y el 12 de abril, contará este año con medidas novedosas. Es el caso del control nocturno de los montes valencianos que se pondrá en práctica por primera vez, según explicaron desde la Conselleria de Gobernación que dirige Serafín Castellano. El propio conseller fue el encargado de presentar el plan ayer, que contará a diario con 500 efectivos vigilando las zonas forestales. Tal y como explicó, las brigadas de la Generalitat realizarán un control diario y nocturno para facilitar la prevención, o en el peor de los casos, para agilizar lo máximo posible las actuaciones contra el fuego. Castellano señaló además que durante las dos semanas se aplicarán medidas preventivas de nivel 3 (el máximo).
La puesta en marcha del plan se debe a que «gran número de ciudadanos acuden a las áreas forestales para disfrutar de las vacaciones y el buen tiempo», dijo el conseller, que estuvo acompañado de la secretaria autonómica de Medio Ambiente, María Ángeles Ureña.
Otro ejemplo del refuerzo de las medidas es la ampliación del horario de trabajo de las brigadas helitransportadas, que estarán disponibles durante una hora más al día. Otra de las decisiones tomadas, ya habitual, es la prohibición de quemar rastrojos, así como la realización de actividades de riesgo. Eso sí, se podrán utilizar los espacios recreativos como los paelleros, siempre y cuando no se decrete el máximo nivel de riesgo por altas temperaturas. En total, el plan prevé movilizar a 4.500 efectivos y 1.000 vehículos, lo que permitirá realizar una vigilancia aérea y terrestre. A estos medios hay que añadir los 60 agentes de la Policía Autonómica que vigilarán los parajes de alto valor ecológico. Además, el personal del 112 se ampliará un 13%.
Ureña explicó que de cara al verano se va a ampliar la prohibición de quemar rastrojos en un mes para reducir riesgos, por lo que irá desde junio hasta septiembre.
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