La noche de la nevada los problemas se concentraron en trenes y carreteras. Luego llegó el desastre eléctrico en Girona, que muy poco a poco se va arreglando. Pero el temporal ha dejado otra gigantesca factura en Cataluña, cuyo impacto real aún no se conoce. Más de 100.000 hectáreas forestales, según los primeros cálculos, han quedado destrozadas por el peso de la nieve acumulada sobre las copas de los árboles hasta partirlos. Aún hoy son cientos los kilómetros de caminos intransitables por las ramas caídas y decenas de miles las hectáreas de bosque en las que no se ha podido entrar.
De las 350.000 hectáreas de bosque de la provincia, al menos 100.000 están dañadas en distinto grado por la nieve, según fuentes de la Diputación de Girona. El problema no tiene una solución fácil. Limpiar una hectárea de bosque cuesta emtre 600 y 2.500 euros, y tanto los ayuntamientos como el Consorcio Forestal de Cataluña (que agrupa a los propietarios) piden ayudas urgentes para evitar así un polvorín este verano, cuando la leña se seque.
Tras una semana dedicada a limpiar caminos, los técnicos forestales de la Diputación de Barcelona se disponen ahora a evaluar los daños sufridos por 85.000 hectáreas de bosque. "Esta es la zona que estudiar, porque es donde ha nevado, aunque la superficie dañada será previsiblemente inferior", explica Martí Domènec, coordinador de Espacios Naturales de la Diputación. "Los destrozos han sido notables en toda la sierra del Litoral, desde Collserola hasta la provincia de Girona. También en los parques del Montseny y Sant Llorenç del Munt".
El 30% de las 8.400 hectáreas del parque de Collserola sufrieron los efectos del temporal de nieve de la semana pasada. Si el temporal de viento de enero del 2009 arrasó 65.000 árboles del parque metropolitano, la nieve no causó tantos destrozos en los árboles, pero sí, en cambio, en el conjunto de la masa forestal. Troncos amontados en la carretera de Vallvidrera, árboles tumbados en el camino que sube a la oficina del parque y montones de arbustos era el paisaje que ayer se podía contemplar. Pinos blancos y piñoneros, encinas y robles se doblaron por el peso de la nieve o se partieron. Gruesos de nieve de entre 15 y 35 centímetros afectaron más a la vertiente de San Cugat y Cerdanyola, según el director del parque, Marià Martí.
El Departamento de Medio Ambiente ya ha anunciado que abrirá líneas de ayudas, aunque no ha especificado la cuantía. Está previsto que hoy el consejero Francesc Baltasar informe del desastre en el consejo de gobierno.
La prioridad, según los expertos, es limpiar los sectores que visita la gente: áreas recreativas, itinerarios de acceso público, caminos, rutas verdes, etcétera. Luego habrá que atender los lugares de seguridad y las franjas que sirven de cortafuegos. Si se limpian unas 10.000 hectáreas distribuidas en todos los sistemas naturales, se conseguirá reducir el riesgo de incendio, según esas mismas fuentes.
El Consorcio Forestal de Cataluña todavía está estudiando la afectación en los bosques. "Estamos mirando desde los caminos porque muchas partes son aún inaccesibles", explicó una portavoz. En todo caso, las consecuencias de la nevada son "catastróficas", según el consorcio.
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