Según han informado hoy fuentes de la organización dedicada a la conservación de la naturaleza, dicho observatorio reconoce a las instituciones que priman el uso de madera, papel y corcho que provengan de bosques gestionados de manera responsable y que cuenten con la certificación forestal FSC (Consejo de Administración Forestal), garantía de su origen legal y sostenible.
WWF destaca, en un comunicado, que la Diputación de Toledo se convierte así en la primera administración pública que incluye el corcho en su política de compra responsable, dando prioridad no sólo a este material, sino también al corcho FSC frente al que carece de certificado o cuenta con otros sellos.
El Observatorio Ciudades por los Bosques es un instrumento creado por WWF en 2005 para evaluar las medidas que toman los ayuntamientos españoles de más de 20.000 habitantes con el fin de evitar la compra de productos forestales de origen ilegal o insostenible.
Según dicha organización, las administraciones públicas españolas desempeñan un papel clave en la promoción de la gestión sostenible de los bosques, como demuestra el hecho de que gastan al año más de 2.000 millones de euros en madera y papel, lo que representa el 18 por ciento del consumo español de productos forestales.
A pesar de que en 2006 la Ley de Montes incorporó la necesidad de desarrollar políticas de compra pública que dieran prioridad a los productos certificados, tan sólo seis ayuntamientos las están impulsando -León, Barcelona, Benicarló, Gavá, Sant Boi de Llobregat y L'Hospitalet de Llobregat- a los que ahora se ha unido la Diputación de Toledo.
Esto significa que únicamente estas siete entidades aplican un programa de compra responsable y cuentan con un plan de acción para controlar el origen de los productos que consumen.
WWF resalta que el compromiso de la Diputación de Toledo se produce en un momento en el que España lidera, desde su presidencia de la UE, el debate sobre el desarrollo del Reglamento de Comercio Legal de Madera, a través del Reglamento FLEGT (Forest Law Enforcement Governance and Trade).
Según Félix Romero, responsable del Programa de Bosques de WWF España, esta iniciativa de la Diputación de Toledo "es un claro ejemplo de lo que podemos hacer los consumidores europeos para frenar el comercio ilegal de madera y promover la gestión forestal sostenible".
Y ha añadido que "esperamos que apuestas como ésta contribuyan a dinamizar la toma de decisiones a nivel europeo".
WWF recuerda que el consumo de productos forestales debe ser preferible a otros materiales más contaminantes, pero que es esencial comprobar su origen legal y sostenible con instrumentos como la certificación FSC.
De esta forma, insta a entidades, tanto públicas como privadas, a que sigan los pasos de la Diputación de Toledo y desarrollen urgentemente medidas que den prioridad a los productos certificados por sellos como el FSC.
El FSC es una ONG sin ánimo de lucro que aglutina, bajo el principio fundamental de la participación, a propietarios forestales, industria, comunidades locales, organizaciones medioambientales, sindicatos, grupos indígenas, entre otros, agrupándolos en tres cámaras con igual peso y con participación equitativa entre países del Norte y países del Sur. EFE
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