17 mayo 2010

La genética aplicada a las energías renovables

visto en lasprovincias.es


La investigación genética puede contribuir a generar energías limpias. Al menos ese es el propósito de Iberdrola Renovables. La única empresa del Ibex 35 que tiene su sede en Valencia lidera el proyecto Lignocrop que, con un presupuesto de cerca de tres millones de euros, es la iniciativa más avanzada para la mejora de la gestión y operación de los denominados cultivos energéticos que se ha emprendido hasta la fecha en todo el mundo.
La firma eléctrica, líder mundial en el sector de las energías renovables, va a desarrollar la iniciativa junto a otras entidades, entre las que destacan el Centro de Investigaciones Forestales (CIFOR-INIA), el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) y la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM).
El proyecto está subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación en el marco del Plan Español para el Estímulo de la Economía (Plan E). Con este programa, el Gobierno persigue impulsar y apoyar las iniciativas científicas e industriales más importantes del país.
Optimización
Lignocrop es la primera iniciativa que desarrolla un estudio sobre la optimización de toda la cadena logística de los cultivos energéticos: selección genética de los cultivos, producción de la planta en el laboratorio, crecimiento en los emplazamientos más adecuados, proceso de recolección y preparación, acondicionamiento de la biomasa y entrega en la central eléctrica.
Para la realización de los diferentes trabajos de campo que se van a realizar, Iberdrola contempla la contratación de empresas líderes del sector agronómico y forestal.
Los cultivos energéticos son una de las principales opciones de futuro como materia prima para generar energía a través de las plantas de biomasa.
De hecho, dadas sus características de estabilidad y homogeneidad, pueden llegar a convertirse en las principales fuentes de abastecimiento de este tipo de instalaciones, solventando el actual problema de suministro que existe en las mismas.
Lignocrop va a centrar su estudio en las especies leñosas arbóreas, como el sauce, el chopo, la falsa acacia y la paulownia. Aparte de generar energía limpia, este tipo de plantaciones consigue fomentar la recuperación de tierras abandonadas y la fijación de empleo en el entorno rural.
En esta línea, no requieren terrenos de tanta calidad como la agricultura tradicional, por lo que pueden ocupar zonas que aún no han sido explotadas. Asimismo, el desarrollo de los cultivos energéticos suele ir acompañado de un avance paralelo de la industria de transformación de la biomasa en combustible, lo que implica un impulso al sector de la biomasa en su conjunto.
Gracias a esta iniciativa, Iberdrola Renovables prevé situarse a la cabeza en el aprovechamiento de los cultivos energéticos, sentando las bases para el futuro desarrollo de este mercado. Además, los avances que se logren permitirán utilizar de forma planificada la biomasa como recurso energético.
La compañía energética puso el pasado verano en marcha su primera central de biomasa en Corduente (Guadalajara), que a su vez es la primera de España que produce energía exclusivamente con la biomasa que se genera al limpiar los bosques.
Esta planta ha sido concebida, además de para generar electricidad, para evitar incendios y plagas mediante la limpieza y poda de alrededor de 26.000 toneladas de residuos forestales al año de los montes de la zona, lo que implica limpiar una extensión aproximada de 800 hectáreas.
La biomasa de Corduente, con una potencia nominal de 2 megavatios, será capaz de producir, 14.000 kilovatios a la hora, energía que bastará para abastecer a 4.600 familias, o lo que es lo mismo, 13,800 habitantes. Además la planta tendrá un consumo de 126 metros cúbicos de agua al año.

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