Científicos de la Universidad de Granada han desarrollado nuevas técnicas de forestación de tierras agrarias desde la perspectiva de las relaciones tierra-planta con el fin de mejorar la supervivencia y el desarrollo de la vegetación del arco mediterráneo. Parte de los resultados del estudio se han publicado en la revista Annals of Forest Science.
María Noelia Jiménez Morales, del Departamento de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Granada y autora del estudio, indicó que la investigación "aporta nuevos datos científicos acerca de la idoneidad de diferentes técnicas de forestación de tierras agrarias en áreas mediterráneas, y nuevas medidas para la planificación del programa de forestación a escala regional".
Su trabajo permitirá garantizar el éxito del programa de forestación de tierras agrarias de la Política Agrícola Común (PAC) de la Unión Europea. La UE cuenta con intensos programas de forestación y repoblación forestal que son esenciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, frenar el cambio climático y proteger la diversidad.
La forestación implica plantar plantones o semillas de árboles en terrenos que nunca se han forestado. El éxodo de cientos de miles de personas de las zonas rurales a las ciudades ocurrido en las últimas décadas en la UE ha supuesto el abandono de grandes extensiones de terreno agrícola que es idóneo para la creación de nuevos bosques.
La UE estableció un régimen comunitario de ayudas a programas de forestación en la década de los noventa. Sin embargo, a pesar del éxito del régimen, que posibilitó la forestación de cerca de 3 millones de hectáreas en toda la UE (unas 685.000 hectáreas sólo en España), la mayoría de dichos programas se llevaron a cabo sin tener en cuenta criterios técnicos ni ambientales.
El equipo español analizó los efectos que producen distintas técnicas de preparación de la tierra para la forestación en los plantones, centrándose en la relación entre las plantas y la tierra. También estudiaron los efectos de los programas de forestación en la biodiversidad.
De este modo pretendían descubrir las condiciones más favorables para la transformación de tierras de cultivo en forestales. Las pruebas se desarrollaron en grandes extensiones de terreno agrícola dedicadas anteriormente al cultivo de cereal y a la ganadería. A continuación se formularon recomendaciones.
Concretamente, los autores proponen aplicar programas moderados y forestar con bajas densidades de plantación para permitir el proceso de colonización y sucesión de la vegetación autóctona. En segundo lugar, recomiendan priorizar las forestaciones de tierras agrarias próximas a bosques o extensiones de matorrales autóctonos, ya que proporcionan fuentes de semillas y aceleran los procesos de sucesión vegetal. Por último, aconsejan que los planes de forestación se apliquen fundamentalmente a tierras de cultivo en activo, ya que su transformación favorece el incremento de la diversidad de especies.
Los científicos indicaron en relación a las técnicas que, si bien no puede ser generalizadas para todos los países europeos, sí se podrían aplicar a los países mediterráneos.
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