POR ANA M. SERRANO Cadavedo (Valdés),
La asociación Asmadera, dedicada al sector forestal, agrupa a 150 empresas asturianas y tiene ya una historia de 33 años. Su presidente, Luis Enrique García, asegura que en Asturias hay unas 730.000 hectáreas consideradas forestales, de las cuales menos de un 40 por ciento son de arbolado. «Es uno de los grandes retos para el sector por la pérdida de riqueza y de empleos que esto supone», explica. Este empresario nació en Barcia, en Valdés, hace 44 años.
-El parque de la madera de Valdés, ¿llega tarde?
-Hace ya casi cinco años que se hizo el planteamiento al Ayuntamiento de Valdés y, aunque el proceso de concreción va demasiado lento, parece que vamos avanzando. Aún así, con la crisis, este no es el momento más oportuno para que las empresas del sector forestal y de la madera de la zona se planteen proyectos inversores de esta envergadura. Sin duda, tendremos que esperar unos años para que los proyectos se puedan activar.
-¿Existe algún problema con esta infraestructura?
-Existen algunos problemas básicos que se pueden resolver, como el diseño inicial de las parcelas, pero lo que más preocupa a las empresas interesadas es la insistencia por parte de la parroquia de Barcia y Leiján, propietaria de los terrenos, en alquilar y no vender los terrenos. Valdés es el municipio asturiano con más aserraderos, un total de nueve; es también el municipio que más madera transforma en aserraderos; el que tiene el aserradero que más madera transforma de Asturias, y el tercer municipio donde más madera se corta de la región. Son razones sobradas para apostar por un proyecto de esta envergadura que, tal como está planteado, será suficiente para que las empresas de la zona relancen su actividad, modernicen sus instalaciones y, sobre todo, no se trasladen a otros municipios. Valdés necesita fidelizar a las empresas del sector en su territorio.
-El Alcalde de Navia ha manifestado que el sector forestal y de la madera es el futuro de la comarca, ¿qué le parece?
-Tiene fundadas razones para afirmar eso. En Navia está ubicada la mayor empresa del sector en Asturias y, además, genera una parte importantísima de la riqueza y del empleo del occidente asturiano. El medio rural asturiano tienen ya pocas opciones de creación de riqueza con potencial suficiente y sostenible en el tiempo, posiblemente la única sea el monte y el aprovechamiento de sus recursos forestales, básicamente madera y biomasa energética. Nuestros montes están casi olvidados y su puesta en valor debe ser un objetivo político, social, económico y medioambiental. El forestal, es el recurso con más potencial y el más desaprovechado en nuestra región, donde las condiciones naturales para el crecimiento de la madera son óptimas. Solamente hay que poner este recurso renovable en valor para aprovecharlo de forma racional y sostenible.
-¿Por qué es tan estratégico este sector? Un estudio presentado en Navia lo consideraba uno de los más prometedores del futuro, junto a la asistencia a personas dependientes.
-En Asturias se está utilizando menos del 25 por ciento de su superficie forestal, es decir, menos de 180.000 hectáreas para producción de madera. Y más de 250.000 hectáreas están desarboladas. La infrautilización de este recurso es tan evidente como vergonzosa. Por otro lado, tenemos factores adicionales como la fuerte inversión que se ha realizado en la fábrica de celulosa y energía eléctrica de Ence en Navia, que ha incrementado fuertemente sus capacidades productivas y de consumos de madera y biomasa forestal. Los productos forestales van a ponerse de moda por ser renovables, por ser sumideros de dióxido de carbono, por contribuir de forma básica a la sostenibilidad medioambiental, por crear riqueza y empleo en el medio rural y por el incremento incesante de su demanda en varios mercados. Sin duda alguna será un recurso clave en la nueva Ley de Economía Sostenible.
-¿Cuáles son los problemas a los que se enfrentan los empresarios del sector forestal?
-Tienen grandes y difíciles retos que afrontar. En primer lugar, hay un problema de tamaño. Las empresas son demasiado pequeñas para competir en mercados cada vez más globalizados y complejos, por lo que deben apostar por estrategias de crecimiento como la cooperación empresarial en actividades de compra, sobre todo de materias primas, y de venta de sus productos; o por unirse y fundirse en nuevos proyectos empresariales con tamaño suficiente para garantizar su competitividad. Otro gran reto es la falta de profesionalización, de formación, de sus directivos y gestores, problema que se extiende también a los trabajadores del sector. La formación es un déficit del sector.
-¿Qué pide para Occidente?
-Simplemente que ciudadanos y empresarios del occidente asturiano dispongamos de los mismos servicios e infraestructuras y que tengamos las mismas oportunidades que nuestros vecinos del centro, aunque, hoy por hoy, nos llevan mucha ventaja en esto.
-El Occidente, ¿es una zona estratégica para el sector forestal?
-Es evidente que el Occidente es una zona estratégica para el sector forestal y de la madera puesto que es la zona de Asturias con más superficie forestal, la que tiene más superficie arbolada y la que más madera produce, sobre todo de las especies más comerciales, como el eucalipto y el pino: más del 60 por ciento del total asturiano.
-La fábrica de papel Ence, ubicada en Navia, ¿es básica para el desarrollo del sector?
-La presencia de la fábrica de Ence en Navia es un factor clave para el desarrollo futuro del sector, no sólo en la zona occidental sino en toda la región. También es el Occidente la zona asturiana con más cultura forestal, lo cual es fundamental para motivar la dinamización del sector. Es difícil medir en euros esta característica estratégica, pero, para darnos una idea, basta con echar un vistazo a las cifras de facturación o de consumos de la fábrica de Ence. Hay un dato clave para percibir la potencialidad de este sector: es el que requiere menor inversión para crear un puesto de trabajo, menos de 40.000 euros. A pesar de la dificultad para medir el potencial del sector en el Occidente, sí puedo afirmar con rotundidad que, si se pusiera en valor, se acabaría el paro en la zona.
Perfil
Cadavedo, su rincón
Luis Enrique García nació en el pueblo valdesano de Barcia, donde ahora se proyecta un parque de la madera, pero su rincón favorito es Cadavedo, concretamente la capilla de La Regalina. Dice ser un gran aficionado a la lectura, al senderismo y a los viajes. Busca tiempo para rodearse de los amigos y, si tuviera que pedir un deseo, se lo pide a los políticos: «Que crean y apuesten decididamente por este sector, el forestal». También tiene una apuesta para los empresarios: «Que sean capaces de ser competitivos».
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