Los bosques de eucalipto arraigan en Asturias. En diez años la superficie de eucaliptales ya rebasa en 12.000 hectáreas las previsiones del plan forestal de Asturias para seis décadas. Desde 1999 la superficie ha pasado de 52.838 hectáreas a las 75.000 actuales.
El documento que marca las líneas del desarrollo forestal en la región se firmó en 1999 y establece un incremento total de 10.000 hectáreas de eucalipto. En total, propone un incremento de 200.000 hectáreas de superficie boscosa en Asturias en 60 años.
En menos de un siglo el eucalipto ha pasado a ser la especie dominante. Ya supone el 21 por ciento de la superficie arbolada de Asturias, estimada en 350.000 hectáreas. En el Principado quedan otras 345.000 hectáreas de terreno forestal desaprovechado. El eucalipto es uno de los candidatos con más posibilidades para «colonizar» estos terrenos El cultivo, que llegó de Australia a mediados del siglo XX, despierta amor y odio casi con la misma intensidad. Los ecologistas aseguran que es una lacra para el ecosistema. Los empresarios forestales, en cambio, alaban su alta productividad y su rentabilidad económica.
Los eucaliptales, que se concentran en la costa occidental y oriental, ya superan en presencia al castaño, que suma 70.000 hectáreas de plantaciones, muchas de ellas están heridas de muerte por la enfermedad del chancro.
El avance imparable del eucalipto ha obligado al Principado a revisar las previsiones del plan forestal. Desde principios de año la Dirección General de Montes trabaja en la revisión del plan para decidir si es el momento de frenar o si, por el contrario, aún hay cabida para más bosques de eucaliptos.
Para ello se actualizan las bases de datos y se estudia la presencia de la especie y su repercusión en el ecosistema asturiano. La decisión final debe tomarla la mesa del plan forestal, formada por la Administración y los representantes del sector. La medida más extrema es arrancar plantaciones. Es una posibilidad que se ha planteado en zonas de Llanes. Otros municipios quieren limitar las repoblaciones.
En las áreas costeras de Cudillero, Valdés o Navia el eucalipto es uno de los motores de la economía. Luis Enrique García, presidente de la Asociación de Empresarios Asmadera, defiende a capa y espada la presencia del eucalipto en Asturias. También se muestra partidario de alcanzar a una gestión equilibrada de los recursos. «El eucalipto da de comer a cientos de familias en el Occidente».
El consejero de Medio Rural, Aurelio Martín, también ha expresado reiteradamente su interés en conseguir un equilibrio entre las especies. Martín reconoce que el eucalipto va por encima de las previsiones del plan forestal. «Habrá que estudiar zona a zona», indica. García añade que las enfermedades del pino radiata y del castaño son problemas más importantes en Asturias que la expansión del eucalipto. En municipios como San Tirso de Abres, Gozón o Soto del Barco casi el 100 por ciento de la superficie arbolada es de eucaliptos. Gijón, con 3.000 hectáreas arboladas, suma 2.000 de eucalipto. En Villaviciosa copa 6.300 hectáreas de las 9.000 arboladas.
En la rasa costera predomina el eucalipto «Globulus», que vive en altitudes inferiores a 500 metros. En el interior se emplea el «Nitens», resistente al frío, que soporta 12 grados bajo cero, más de 50 días de heladas al año e incluso nevadas. La producción anual de eucalipto en Asturias se aproxima a las 900.000 toneladas, tres cuartas partes de la producción forestal total de la región. De ellas, unas 700.000 abastecen a la planta de la papelera Ceasa, perteneciente al grupo Ence, en Navia. Las 200.000 toneladas que no se procesan en Asturias se van a las fábricas de Sniace, en Torrelavega (Cantabria); Cicueñaga, en Gipúzcoa y Torras Papel, en Zaragoza. La demanda mundial de eucalipto crece cada año. Es la materia prima estrella para elaborar pasta de papel.
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