Las precipitaciones que han caracterizado los últimos días de la primavera han potenciado la proliferación de especies de sotobosque y monte bajo en las montañas y áreas forestales de la provincia de Castellón. Una masa vegetal que, al secarse con las elevadas temperaturas propias de los meses estivales, podría facilitar la propagación de las llamas en caso de incendio forestal.
Asociaciones, colectivos ecologistas y propietarios ven con preocupación cómo las subvenciones para ejecutar trabajos preventivos en las principales áreas boscosas han experimentado un nuevo descenso este año, lo que incrementa el riesgo de que se repitan episodios como el que en julio del pasado año calcinó 832 hectáreas de masa forestal en el término municipal de Segorbe y otros municipios del Alto Palancia.
«Este año no han salido las subvenciones para tareas de desbroce y, por lo que se refiere a voluntariado ambiental, aunque la orden salió con 200.000 euros en ayudas, finalmente sólo se han repartido 143.000 euros para toda la Comunitat», denunció Carme Orenga, de Amics de la Serra d'Espadà, que aseguró que «a nosotros sólo nos han dado 2.400 euros para vigilancia en este espacio natural cuando hay que pagar los seguros de los voluntarios, alquiler de vehículos, dietas o teléfono, entre otros gastos».
Orenga negó sin embargo que los recortes en esta materia estén relacionados con la actual coyuntura económica. «La situación no es nueva, porque cuando vivíamos una época de vacas gordas, por así decirlo, el dinero que daban para voluntariado era de pena», dijo la secretaria de Amics de la Serra d'Espadà, que insistió en que «desde mediados de la década de los 90 las ayudas han ido bajando drásticamente y, si en el año 2000 nos daban 19.000 euros, en 2006 bajaron a 12.000 y ahora a 2.400».
El secretario de la Asociación de Propietarios Forestales, Juan Manuel Batiste, coincidió en que «directamente han anulado las subvenciones para tratamientos selvícolas preventivos y tampoco han salido las convocatorias para inversiones en materia de prevención». «Hay temor de que, conforme está el monte, el fuego se expanda en caso de incendio, porque hay un peligro potencial», alertó Batiste, que reclamó a las administraciones «que se fomenten las ayudas para la selvicultura preventiva, que es uno de los modos más efectivos de limpiar los montes y prevenir incendios».
También los representantes del Grupo para el Estudio y la Conservación de los Espacios Naturales (Gecen) reconocieron que ha habido reducciones «tanto en la gestión de incendios como en la de los propios espacios naturales».
«En los recortes hay unas líneas rojas que no se deberían traspasar y en este caso serían las relativas al control y lucha contra los incendios, ya que habría que potenciar la prevención, que resulta mucho más barata que la reparación de los daños que puede ocasionar el fuego», aseguraron desde el colectivo conservacionista. Desde el Gecen abogaron por «implicar a los vecinos que residen junto a los espacios naturales en el mantenimiento de parcelas agrícolas que, además de aportar rendimientos como superficie de cultivo, frenen la propagación del fuego en caso de incendio».
Más superficie quemada
Según datos tanto de la Conselleria de Medio Ambiente como del Ministerio, la superficie forestal quemada en las comarcas castellonenses superó en 2009 las 1.181 hectárea, lo que implica un aumento del 277% respecto al año anterior, cuando se quemaron unas 313 hectáreas de zonas arboladas, matorral, y monte bajo.
Los datos recopilados por ambas instituciones reseñan a su vez que en 2009 se registraron un total de 115 incidentes de este tipo en la provincia (92 conatos y 23 incendios), lo que supone un aumento del 57,5% respecto a 2008, cuando se detectaron 73 siniestros (67 conatos y seis incendios).
En cuanto a los efectivos que este verano velarán por la seguridad de las zonas verdes de la Comunitat, el conseller de Gobernación, Serafín Castellano, aseveró el mes pasado que «más de 12.000 efectivos permanecerán en alerta las 24 horas en el conjunto de las tres provincias». Un total de 23 medios aéreos (10 helicópteros y 13 aviones), así como 74 brigadas de emergencia de la Generalitat, 47 autobombas y 76 agentes de la Policía de la Generalitat completan el dispositivo.
En Castellón, más de quinientas personas trabajarán este verano para evitar incendios o minimizar su impacto. Las 22 brigadas existentes se reforzarán con 90 efectivos que se sumarán a los 13 mandos de la sección forestal y al personal de los 11 parques rurales que hay en la provincia, así como a las 2 brigadas helitransportadas, entre otros medios.
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