La llegada del verano y la coincidencia del cambio de estación con el aumento de las temperaturas ha provocado que se eleve el riesgo de que se registren incendios forestales.
Ayer mismo la Xunta elevaba al nivel alto, dentro del que se considera que existen entre un 50 y un 60% de probabilidades de fuego forestal, el riesgo en al menos una decena de municipios del interior y el sur de la provincia.
La situación contraria estaba en otras localidades situadas más al este, en las que según los datos oficiales el riesgo de incendio está es inferior al 30%, lo que se considera el estadio más bajo.
La situación meteorológica, el estado de la biomasa vegetal, el estado de las infraestructuras preventivas de las masas arbóreas y el estado del suelo son los factores que se tienen en cuenta a la hora de cuantificar el riesgo de un fuego forestal.
En todo caso, el nivel verde, que supone un riesgo moderado, sigue siendo el que domina en la provincia de Ourense ya que pese al aumento del calor, las condiciones de humedad del suelo aún son aceptables.
Poca incidencia
Por el momento la plaga de incendios forestales está siendo este año mucho menos activa que en ejercicios anteriores y de hecho, en las últimas jornadas no se ha detectado ningún incidente
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