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En plena alerta máxima por la temporada alta de incendios, los agentes forestales denuncian que en Galicia los “incendiarios” podrían estar vinculados a tramas organizadas movidas por intereses económicos y, en algún caso particular, políticos. Además, critican el sistema de contratación de Seaga, ya que a su juicio no se ha primado la experiencia en labores de extinción.
El presidente de la Asociación Profesional de Agentes Forestales de Galicia (Aprafoga), Miguel García, reconoció ayer a preguntas de Xornal que la mayoría de los fuegos que se producen en la comunidad están provocados por “incendiarios” y no por personas con algún tipo de patología psíquica como los pirómanos.
“Creemos que hay algunas tramas; depende de la idiosincrasia de cada zona y de si la economía del monte se gestiona de una u otra manera”, explica López. El agente forestal admite que también podría darse el caso de que un fuego estuviese provocado por un grupo vinculado a intereses políticos, si bien no concreta a qué nivel.
Al margen de estas posibilidades, García recuerda que ésta es una época difícil en el monte por el viento del nordés y las altas temperaturas y advierte de que el trabajo puede incrementarse en el momento en que “salte una chispa”. “Estamos un poco como en 2006: desde ese año hasta ahora los veranos han sido lluviosos, el matorral ha crecido de una manera impresionante y es imposible eliminarlo todo por lo que estamos en manos de la climatología”, explica el representante de los trabajadores.
Por otra parte, García critica que Seaga no primara la experiencia a la hora de contratar personal para las cuadrillas del refuerzo de verano. Sus compañeros, que “en el 99% son los directores de las labores de extinción de cada incendio” por sus estudios y conocimiento del monte, reconocen que si las cuadrillas tuviesen formación podrían estar tranquilos. Sin embargo, si hay algún accidente en el monte serán los responsables.
A pesar de que gran parte de los 550 agentes cargan con esta responsabilidad, la Consellería de Medio Rural también evita informarles de datos generales de extinción. “Deben decir las cosas claras y no ocultar información a la gente porque trabajan con dinero público”, avisa García.
En este mismo sentido, el presidente del sector autónomico de CSIF, Juan Carlos Rivas, recuerda que cuando gobernaba el bipartito era el PP el que atacaba una supuesta política “oscurantista”. Además, comenta que el servicio de extinción “apaga muchos incendios a lo largo del día y evita auténticas tragedias pero la sociedad no ve ese beneficio porque los fuegos pequeños no se dan a conocer”. Rivas indica también que el de Seaga no es un método adecuado para las contrataciones. También la socialista, Carmen Gallego, se mostró contraria al ocultismo de la Xunta.
Precisamente ayer solo se dieron a conocer datos de dos incendios: el de Marín, que quedó extinguido tras dos días de trabajo, y otro en Bóveda (Lugo), que antes de ser apagado calcinó unas 42,2 hectáreas.
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11 agosto 2010
Inquietud en el estamento de Agentes Forestales de Galicia
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