El norte de la Isla de Ibiza, donde se concentran algunas de las calas más paradisiacas de la Isla blanca, está siendo devorada por las llamas. Desde el domingo que se iniciase el incendio en Cala Benirras se han calcinado 400 hectáreas de bosque y continúa descontrolado.
Tras conseguir ser controlado el domingo por la noche el fuego en el litoral de la cala, las llamas se abalanzaron sobre el lado sur de la zona agreste y cuando cambió el viento el fuego se giró y avanzó por detrás de las colinas de Benirràs, una zona forestal con enormes mansiones disipadas por el bosque y avanzó por el lado este entre unas torrenteras por donde se dirige a Cala Xarraca.
En este punto, que ardieron con virulencia el pasado año otras 20 hectáreas forestales. Los expertos cofían en poder controlar el incendio ya que actuaría como cortafuegos.
Mientras los medios aéreos han vuelto a unirse a las labores de extinción a primera hora de la mañana en las que participan un centenar de militares de la Unidad Militar de Emergencias y hasta 200 efectivos de los diferentes cuerpos de bomberos de las Islas, el Ibanat, Guardia Civil, Policías y Protección Civil.
Dificultades en las labores de extinción
Fuentes del Govern subrayan las "dificultades" que están teniendo los bomberos para poder controlar el incendio, debido a que las circunstancias climatológicas "no ayudan", teniendo en cuenta las altas temperaturas que asolan Ibiza y el viento variable, que se prevé que vuelva a cambiar de rumbo a las 12.00 horas.
A ello hay que sumar el calor acumulado en los últimos días y el hecho de que el bosque afectado por las llamas es muy joven, al tiempo que los pinos están muy juntos, lo que dificulta la labor de los equipos de extinción.
Actualmente, han remarcado que las brigadas antiincendios están atacando todos los frentes para evitar que se extiendan las llamas, si bien han insistido en que, de momento, no se puede dar ninguna previsión respecto a cuándo se va a poder controlar el incendio. Por otro lado, han destacado el hecho de que no se haya producido ningún herido en las últimas horas, más allá de un bombero que este lunes sufrió un golpe de calor.
Los servicios de emergencias han tenido que desalojar ya al menos 26 viviendas y un hostal alcanzados por el fuego que parece ser fue originado por un fallo eléctrico fortuito en un vehículo aparcado en el acceso a la playa que hizo explosionar en cadena otros 26 coches de los veraneantes, aunque no se descartan otras hipótesis.
El momento más crítico se vivió el mismo domingo cuando se declaró el incendio cuando las llamas y una enorme columna de humo acorraló a aproximadamente a 1.500 bañistas que disfrutaban de una jornada de playa a los que hubo que evacuar por mar. Todos los barcos de la zona, coordinados por la Guardia Civil fueron requeridos para ayudar en el rescate.
Cabe destacar que Cala Benirras es una de las playas más populares y concurridas de la Isla, pero que dado su orografía es, según los ibicencos, "una ratonera" en caso de emergencia.
El Ejecutivo recuerda que el entorno de Cala Benirràs ya fue pasto de las llamas hace unos veinte años y que desde entonces se había logrado recuperar su masa forestal.
0 comentarios realizados :
Publicar un comentario