Palma, 15 ago (EFE).- Los 57 incendios ocurridos en lo que va de año en Baleares han quemado 13,6 hectáreas de terreno, cifra que el jefe del Servicio de Gestión Forestal, Luis Berbiela, considera "muy reducida" aunque advierte de que el riesgo actual es alto debido que existe "una acumulación de combustible vegetal muy elevada".
"Llevamos 57 incendios registrados en Baleares durante 2010 y por suerte la superficie recorrida por el fuego es de solo 13,6 hectáreas", ha asegurado Berbiela en declaraciones a Efe, una cifra que considera "muy reducida" y que comprende los fuegos que han tenido lugar hasta el 13 de agosto.
Estas cifras son las más bajas registradas históricamente en Baleares, donde la media de incendios registrados hasta la primera semana de agosto en la última década es de 83, con 182,4 hectáreas afectadas por las llamas.
La razón de que la superficie quemada sea reducida se encuentra en que el año comenzó de forma favorable en este aspecto, con una primavera con precipitaciones abundantes en todas las islas, unas lluvias que, según Berbiela, han hecho que la primera parte del año "sea muy positiva", hasta la entrada en la época de mayor riesgo en la que nos encontramos, que abarca del 1 de mayo al 15 de octubre.
"En la época de peligro nos estamos enfrentando por el momento a una situación meteorológica positiva pero con una acumulación de combustible vegetal muy elevada que, al ir secándose a medida que avanza el verano, hace que el riesgo vaya aumentando", advierte el responsable de Gestión Forestal.
Berbiela señala la importancia de ser conscientes de la situación de riesgo que existe en época estival en todo el ámbito Mediterráneo y considera que "es necesario ir cambiando una ancestral cultura del fuego por una cultura del riesgo que afecta a las áreas forestales en verano y a las zonas colindantes con las mismas".
Esa "cultura del riesgo" se basa en adoptar medidas de prevención y también de autoprotección.
"Es muy importante el esfuerzo de todos los ciudadanos en tratar de evitar provocar el inicio de un fuego", ha reclamado Berbiela, quien ha subrayado que todos los incendios "en su principio son pequeñitos pero pueden llegar a convertirse en devastadores".
Ha subrayado la relevancia de medidas como no tirar nunca colillas, evitar dejar basura en zonas forestales, no hacer barbacoas en verano en zonas naturales, asegurarse de que no haya copas de árboles por encima de los tejados de las viviendas, crear fajas de defensa alrededor de las casas que estén en entornos forestales o tener "matachispas" en las chimeneas.
"Son elementos clave de cara a reducir el impacto que puede tener un incendio forestal", ha incidido Berbiela.
Berbiela ha atribuido también la reducida superficie quemada este año a la efectividad del sistema de respuesta de despacho automático que lleva a cabo la Conselleria de Medio Ambiente y Movilidad en caso de incendio, que "implica una movilización de medios muy rápida para intentar llegar en el menor tiempo posible a los conatos que se puedan producir", junto a la integración de emergencias en el 112.
En 2009, por estas fechas se habían quemado 63,32 hectáreas en incendios forestales, cinco veces más que este año; en 2008 eran 24,85; en 2007 habían ardido 82,84, y en 2006 eran 159,28.
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