Ansó ha dado un primer paso para reconvertir la actividad forestal y volver a aprovechar las instalaciones de la serrería, cerradas desde 2003. La semana pasada, la villa inauguró la primera red de calor con biomasa en edificios municipales y la idea es adaptar la antigua cultura forestal a la nueva actividad de la biomasa, abriendo en la localidad, en la antigua serrería, una planta de biomasa. Con ello, se fomentará el desarrollo rural y el empleo local, ya que el proyecto generará una veintena de puestos de trabajo.
La puesta en marcha de la red de calor con biomasa se hizo en el marco de la Jornada Técnica ‘Desarrollo rural, bioenergía y gestión forestal sostenible’, organizada por los grupos Dalkia y Bioenergía, y con la colaboración de la Mancomunidad Forestal Ansó-Fago y la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
La red es, como señalábamos, un primer paso para lograr reconvertir la actividad forestal de la localidad y de la mancomunidad, que antiguamente era uno de los principales activos económicos de la zona. De hecho, desde que se cerró la serrería ansotana (año 2003), las 13.000 hectáreas de monte público que tiene la mancomunidad forestal, incluidas en la Red Natura 2000, apenas han tenido aprovechamiento y la repercusión de ese cese en el empleo local ha sido notable. Por ello, la reconversión se plantea como un proyecto de gran valor para la zona.
Con esa idea, y con el apoyo de la Fundación Biodiversidad y de las universidades de Madrid y Zaragoza, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y el Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos (Circe), entre otros, se realizaron estudios sobre la viabilidad ambiental y económica de la biomasa forestal de los montes de la mancomunidad forestal, que han sido contrastados para conocer la capacidad real de biomasa del monte. También se ha reciclado a los antiguos trabajadores forestales para la nueva actividad.
Tras estos estudios de viabilidad, se adecuaron tres parcelas piloto en distintos tipos de montes y se puso en marcha un aula taller permanente de sensibilización ambiental, para brindar conocimientos sobre un modelo de autosuficiencia energética basada en la bioenergía (con una planta de producción de 700 kwh y peletización) y la gestión forestal sostenible en espacios de la Red Natura 2000.
Con este proyecto, según la Fundación Biodiversidad, se contribuye al desarrollo rural sostenible dando empleo a más de una veintena de personas y promoviendo el uso sostenible de los recursos forestales.
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