Carlos del Álamo Ingeniero de Montes en Madrid protagonista de las Jornadas Medioambientales de la Fundación Científica Caja Rural de Zamora para hablar sobre los «Tópicos y mitos de los incendios forestales. Alguna idea para evitarlos», Del Álamo insiste en la importancia de la educación para prevenir el fuego además de la puesta en marcha de políticas de prevención y extinción.
—En el título de su conferencia hace referencia a los mitos y tópicos que se han creado en relación a los incendios forestales, ¿cuáles son?
—Hay que empezar diciendo que el término incendio forestal confunde a la opinión pública porque no siempre se queman árboles o bosques, sino que a veces arden matojos, agricultura abandonadas, etc, por tanto la utilización de ese término de forma genérica puede llevar a equívocos a los ciudadanos. Por otra parte, hay que decir que en ocasiones se acusa a las especies exóticas, autóctonas, las de crecimiento rápido, de causar los fuegos, pero eso también es falso. Las especies arden en la proporción en la que están en los montes y según la intensidad del calor y propagación de las llamas, arden exactamente igual. Por otro lado, es importante destacar que el 95% de los incendios son provocados o por causas ajenas a los montes, por tanto tampoco hay que culpabilizar —permanentemente— a las políticas forestales
—Precisamente en Castilla y León los cuatro fuegos más importantes de este verano fueron provocados
—El 95% de los casos los incendios suceden por negligencias, descuidos, rencillas personales, pirómanos, etc... Ante eso hay que invertir o apostar por la educación. Tenemos que prestar más atención a las personas y acuñar una mejor cultura forestal en España, que nunca hemos tenido. Por otra parte, hay personas que consideran que se invierte poco dinero en la prevención y demasiado en la extinción, pero yo creo que ése ha de ser un binomio inseparable. Precisamente, la extinción sirve —a veces— para reducir a conatos lo que pudieran ser incendios o grandes incendios
—Y ante los errores humanos que se puede hacer...
—Atender a las personas. El monte no arde sólo siempre hay una mano que provoca el fuego. Las políticas forestales y las prevención son también necesarias, pero es cierto que un país como éste con una masa forestal tan amplia es materialmente imposible que así se solucione el problema. Y es que es imposible económicamente. Además, estamos desnaturalizando el monte, lo estamos vaciando. La prevención está bien en las carreteras, los caminos, etc, pero eso que dice a veces «el monte está sucio» no responde a las necesidades reales de los montes españoles
—¿Qué le parece la implantación en la comarca sanabresa (Zamora) de cámaras de videovigilancia en los montes?
—Estoy seguro de que en una comarca como Sanabria con una masa forestal muy importante y donde puede haber un elevado número de incendios las cámaras tendrán un efecto disuasorio y preventivo. El incendiario si se siente vigilado seguro que no se atreverá a provocar un fuego. Los pirómanos saben a que penas se enfrentan si se les pilla con las manos en la masa. Con las cámaras seguro que se reducen los incendios. Por otra parte, en Castilla y León hay buenos planes forestales y estoy seguro de que ésta también será una buena medida
—Entonces, valora positivamente la política forestal de esta Comunidad
—Sí. Hay un equipo técnico muy bueno. Castilla y León ha mantenido una política forestal muy activa. Hay muchos ejemplos en Castilla y León que muestran y demuestran la rentabilidad del monte, tanto económica como socialmente. Hay montes como los de Burgos, Soria o Segovia que nunca arden y eso es un ejemplo para toda España.
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