Un cartagenero participó en la repoblación de Sierra Espuña, fue un experto en el idioma esperanto y se le calificó como apóstol del árbol por su vida dedicada a la causa forestal. Se llamó Ricardo Codorníu y el Ayuntamiento le dedicó una calle en la zona de la Ciudad Jardín.
Ricardo Codorníu y Starico, según escribe Pedro Segura Artero, nació en Cartagena el 6 de junio de 1846 y falleció en Murcia el 26 de septiembre de 1923. Fue miembro de una destacada familia de comerciantes, financieros terratenientes y políticos de Cartagena y Murcia. Era nieto de Miguel Andrés Stárico y cuñado del político Juan de la Cierva y Peñafiel. Llevado por su afición a las Ciencias Naturales, estudió la carrera de ingeniero en la Escuela de Montes de Madrid, consagrándose durante su larga vida, tanto en activo como jubilado, a la causa forestal y a la defensa del árbol.
Ingresó en el Cuerpo Nacional de Ingenieros de Montes, fue ingeniero y director de la División Hidrológico-Forestal del Segura y director de la Comisión de Repoblación de la Cuenca del Segura. Posteriormente, jefe de la Inspección de Repoblaciones Forestales y del Servicio Hidrológico-Forestal del ministerio de Fomento.
Cruz de Isabel la Católica
En los varios folletos, resúmenes de los trabajos hidrológicoforestales efectuados por el Estado, en la Memoria presentada al IX Congreso Internacional de Meteorología, Climatología y Geología celebrado en Madrid en octubre de 1913, y en la obra 'Apuntes relativos a la repoblación de la sierra de Espuña', escritos por el propio Codorníu, se deja entrever lo mucho que trabajó al frente de este importante servicio.
Los méritos oficiales le hicieron acreedor a la gran cruz de Isabel la Católica, a la gran cruz del Mérito Agrícola y la encomienda de la de Alfonso XII, con la que fue condecorado. Al concedérsele la gran cruz del Mérito Agrícola, la ciudad de Murcia le tributó un solemne homenaje. A su intensa labor como escritor hay que añadir la colaboración que prestó a varias revistas, entre ellas 'Revista de Montes', 'Madrid Científico' e 'Iberia'.
En sus destinos murcianos dirigió y ejecutó repoblaciones forestales como la de Sierra Espuña y la de la cabecera del río Guadalentín que, aún hoy, se las considera modélicas en su género. Cofundador de la Sociedad de Amigos del Árbol y promotor de la celebración del Día del Árbol. Fue defensor del conservacionismo forestal, dentro de una moderna corriente de ideas enfocada a complementar un conjunto silvopastoril con la creación simultánea de masas arbóreas y pastizales, como solución más adecuada a las características del monte mediterráneo.
Recibió numerosas distinciones de carácter científico y condecoraciones como la encomienda de número de Alfonso XII y las grandes cruces de Isabel Católica y del Mérito Agrícola, cuyas insignias le fueron ofrecidas por suscripción popular. A su muerte se le erigió un monumento en el Parque del Retiro de Madrid, inaugurado el 20 de junio de 1926 con asistencia de la familia real. En la ciudad de Murcia, debajo del frondoso ficus de la plaza de Santo Domingo, también hay erigida una estatua en su memoria.
Su labor literaria
Ricardo Codorníu fue un activo propagandista de la causa forestal. Fundó y dirigió la revista 'España Forestal', además de permanente colaborador de la 'Revista de Montes'-órgano oficial especializado del ministerio de Fomento- y de 'Hojas Divulgativas'. Asimismo su obra científica y técnica es extensísima, de entre las que cabe destacar 'Tablas gráficas logarítmicas y para operaciones abreviadas' (Madrid 1901); 'Apuntes relativos a la repoblación de la Sierra de Espuña' (Madrid 1906-1909) o 'Trabajos hidrológicos-forestales' (Madrid 1910).
También son obra suya, dentro de su intensa producción, 'Distribución de las lluvias de la Sierra de Espuña', 'Crecimiento y fructificación de algunas especies arbóreas empleadas en la repoblación forestal de la Sierra de Espuña', 'Lluvias en septiembre de 1906 en la División hidrológica-forestal del Segura' y 'Consejos prácticos para siembras y plantaciones forestales en la cuenca del Segura.
Experto en esperanto
Ricardo Codorníu y Stárico fue un experto en el idioma esperanto, hasta el punto de ser el fundador de la Sociedad Española para la propagación del Esperanto. También escribió varios folletos sobre este tema, ponderando la importancia de la adopción de un idioma auxiliar internacional para el progreso científico, y comentando lo que el tal idioma influiría en el progreso de la Agricultura, industria y comercio de España. Sostenía correspondencia en este idioma con muchos esperantistas. El último folleto que escribió es el titulado 'El secreto de la dicha'.
El Ayuntamiento de Cartagena, en sesión de la comisión permanente de 24 de septiembre de 1986 acordó dar el nombre de Ricardo Codorníu y Stárico a la calle que se denominaba de Onésimo Redondo, que se encuentra entre las calles de Alfonso X y Trafalgar, que es cruzada por la calle de Asdrúbal y es paralela a las de Carmen Conde y Házim de Cartagena. Una calle que forma parte de la zona de la Ciudad Jardín y que constituye una manifestación de la ciudad que ganó el terreno al Almarjal para ser ahora una Nueva Cartagena, aunque, como es lógico, sigue ligada al casco histórico.
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