Es muy complicado saber con exactitud el número de especies de plantas que habitan en nuestro planeta. Se baraja la cifra de 320.000, de las que hay 270.000 descritas. Solo en España 1.221 plantas están amenazadas de desaparición. Quedan miles de especies por descubrir. Algunas de ellas se extinguirán antes de que las encontremos, y con ellas incluso sus posibles aplicaciones para medicamentos.
Según la última Lista Roja de Flora Amenazada Española, el patrimonio vegetal de nuestro país sigue perdiendo especies de plantas. En concreto, entre los años 2000 y 2008, han desaparecido definitivamente cuatro. Según este estudio, España se encuentra entre los países con mayor número de especies amenazadas. Nuestra cuenca mediterránea es uno de los 25 puntos calientes de biodiversidad (variedad de especies) del planeta.
Juan Carlos Moreno, profesor de botánica de la Universidad Autónoma de Madrid y coordinador de la Lista Roja de Flora Española 2008, opina que "las plantas están entre las hermanas pobres de la conservación, y no han llegado al nivel de atención que tienen ya los vertebrados". Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), frente al 21% de mamíferos, el 30% de anfibios o el 12% de aves que se encuentran en peligro de desaparición, el 70% de las plantas corren peligro de extinguirse. Si nuestro patrimonio vegetal desapareciera o se dañara gravemente "podemos perder principios activos para curar, por ejemplo, un tipo de cáncer", añade Moreno. El porcentaje de medicamentos actuales que se extraen de las plantas en todo el mundo es de un 33%, según la UICN.
Nuria Prieto, responsable del banco de semillas del Real Jardín Botánico de Madrid, uno de los centros de investigación del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), explica que las plantas que tienen más utilidad o aplicación en el mercado para cubrir necesidades humanas pueden resultar más susceptibles de llegar a estar amenazadas porque, "al cultivarse y hacerse una selección genética artificial se pierden variedades y subespecies así como biodiversidad". Aunque también puede ocurrir lo contrario, que por tratarse de una planta que no tiene ninguna aplicación, se pierda porque no se le presta atención.
Medidas para la conservación
Algunas de las pautas para preservar la biodiversidad vegetal son mantener colecciones de plantas y semillas conservadas en jardines botánicos; crear bancos de material vegetal a nivel internacional, así como medidas legislativas que fomenten la protección del patrimonio vegetal; promover la declaración de áreas protegidas, y fomentar la conservación de la biodiversidad.
Los bancos de los jardines botánicos tienen como objetivo salvaguardar las semillas de las especies en peligro y conservar a largo plazo esporas, esquejes, tejidos o cualquier otro material que constituya parte de la biodiversidad genética del planeta y que pueda encontrarse amenazado. A través del largo y meticuloso proceso de colección, clasificación y almacenamiento en condiciones específicas de temperatura y humedad (entre -5º y -15º de temperatura y con un 2% de nivel de humedad) se guardan a buen recaudo semillas que pueden conservarse durante cientos de años. De esta manera, si una planta se extinguiera se podría recuperar a través del material guardado en los bancos de germoplasma. Actualmente hay 1.200 especies conservadas en el Jardín Botánico de Madrid, lo que representa un 10% del total de las especies de flora ibérica.
Los principales factores que influyen en la desaparición de especies vegetales son la sequía, los incendios, el riesgo de desprendimientos y avalanchas, los efectos de la sobreexplotación derivada de la actividad del pastoreo y del uso del suelo para urbanizar. Pero también el cambio climático y el impacto de la llegada de "plantas invasoras" que, según Juan Carlos Moreno, "compiten, desplazan o se hibridan con las autóctonas".
La vida en la Tierra y la de nuestra propia especie se vería condenada a la extinción si desapareciera la vegetación. Las plantas desempeñan unos servicios indispensables para el mantenimiento de los procesos de los ecosistemas, asegura el profesor Juan Carlos Moreno.
Con el fin de concienciar sobre el papel que cumplen las plantas para la continuidad de la vida en nuestro planeta tal y como la conocemos se puso en marcha el programa Ecosistemas del Milenio de la ONU, con el que dar a conocer cuánto costaría filtrar y depurar el aire si no hubiera plantas y microorganismos, o sobre lo que valdría polinizar si no existieran las abejas. Los expertos dicen que sería imposible calcular en euros el coste de estas acciones.
Conservar los bosques y las plantas es tarea de todos. Y uno de los pasos importantes se encuentra en el reciclado de papel, para lo que cada aportación es fundamental, desde la labor particular que realiza el ciudadano llevando el papel a los contenedores azules como la que realizan las empresas optimizando el papel que utilizan y no imprimiendo más de lo estrictamente necesario. Por cierto, la prensa también aporta su granito de arena. Este periódico está realizado con papel reciclado en un 80%.
Pérdidas irremediables
Maytenus buchananii. Arbusto africano, fuente de un compuesto anticancerígeno. Una de sus subespecies fue prácticamente esquilmada al recolectarse 27.215 kilos para ensayos de un nuevo fármaco.
Prunus africana. Árbol africano que se utiliza para el tratamiento de una afección de próstata. Al año, la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) extrae 4.000 toneladas de corteza de este árbol. Casi se ha extinguido en Madagascar y Camerún.
Petrocoptis. Crece entre las rocas y es prácticamente exclusivo de la península Ibérica. En estas plantas se han encontrado principios activos muy prometedores para su uso en terapias genéticas.
Thymelaea lythroides. Solo habita silvestre en Toledo y Sevilla.
Malvella Sherardiana. La población más importante está en Madrid y a punto de desaparecer por el urbanismo.
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