Esta es la cifra mágica que se requiere para ver manar agua por los ojos del Guadiana, un indicador del estado de salud de ese gran embalse subterráneo, según explica a Efe el geólogo del Departamento de Hidrología y Aguas Subterráneas del Instituto Geológico Minero de España (IGME), Miguel Megias.
Con esa cantidad de agua, se llegaría a un déficit de vaciado que estaría entre los 500 o 600 hectómetros cúbicos, lo que permitiría que fluyera el agua por los Ojos del Guadiana, no de manera continua, pero sí en los momentos de mayor humedad, en época de invierno.
El último dato sobre el nivel del acuífero es que el agua se encuentra a diez metros de profundidad en los puntos más altos de la zona topográfica que abarca este paraje natural.
Megías comenta que el déficit de vaciado actual del acuífero se estima en algo menos de 1.500 hectómetros cúbicos, después de que en los dos últimos años se haya rellenado el acuífero en algo más de 1.400 hectómetros cúbicos.
Estos datos se han obtenido tras el análisis científico que se ha realizado de las últimas mediciones llevadas a cabo por el IGME durante el pasado mes de enero y que ponen de manifiesto que en el periodo que va de marzo de 2009 a enero de 2011 se ha producido una recuperación "espectacular" del Acuífero 23.
En este periodo el acuífero ha subido como media 11,2 metros, lo que significa que ha recobrado unas reservas de más de 1.400 hectómetros cúbicos, dato que es el mejor que se obtiene en la serie de mediciones en los últimos 27 años".
La tendencia en el acuífero es que continúe subiendo hasta el mes de junio si las precipitaciones acompañan de manera normal en los próximos meses.
Para el geólogo, otro año húmedo sería "fantástico para la recuperación global del acuífero", aunque, ha precisado, "la serie histórica nunca refleja tres años seguidos de lluvias, sólo dos, que es la situación en la que estamos".
El objetivo, según Megias, es mantener ahora la situación que se tiene y no caer en el error de volver a la situación de déficit a la que se llegó en 1996 cuando el vaciado del Acuífero 23 llegó a estar por debajo de los 3.600 hectómetros cúbicos.
Para evitar que esta situación sea efímera, el IGME considera que se debe seguir trabajando en la implantación de medidas como el Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
Agua subterránea
Para Megias, muy importante en la recuperación de las masas de agua subterráneas ha sido la infiltración de las aguas de lluvia y al agua que ha llegado al acuífero desde la red de aguas superficiales y los flujos laterales de los acuíferos adyacentes, pero, también lo han sido, las medidas del PEAG.
La propuesta del IGME y la CHG, teniendo en cuenta la situación socioeconómica de la población actual, es controlar las extracciones y para ello, deberían descender hasta los 150 ó 125 hectómetros cúbicos.
Si se consiguiera extraer esta cantidad, ha dicho, "se podría conseguir que, casi todos los años, saliera agua en los Ojos del Guadiana durante el periodo de lluvias, lo que sería una situación similar a la de un régimen natural".
El Acuífero 23 tiene una gran importancia para la conservación de los humedales de la Mancha Húmeda y, en especial, para el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, cuya supervivencia se encuentra vinculada a las extracciones que se realizan de él.
Este acuífero, también denominado de la Mancha Occidental, ocupa una superficie de 5.500 kilómetros cuadrados y es por extensión, recursos e implicaciones socioeconómicas, uno de los más importantes de la cuenca del río Guadiana. EFE
Con esa cantidad de agua, se llegaría a un déficit de vaciado que estaría entre los 500 o 600 hectómetros cúbicos, lo que permitiría que fluyera el agua por los Ojos del Guadiana, no de manera continua, pero sí en los momentos de mayor humedad, en época de invierno.
El último dato sobre el nivel del acuífero es que el agua se encuentra a diez metros de profundidad en los puntos más altos de la zona topográfica que abarca este paraje natural.
Megías comenta que el déficit de vaciado actual del acuífero se estima en algo menos de 1.500 hectómetros cúbicos, después de que en los dos últimos años se haya rellenado el acuífero en algo más de 1.400 hectómetros cúbicos.
Estos datos se han obtenido tras el análisis científico que se ha realizado de las últimas mediciones llevadas a cabo por el IGME durante el pasado mes de enero y que ponen de manifiesto que en el periodo que va de marzo de 2009 a enero de 2011 se ha producido una recuperación "espectacular" del Acuífero 23.
En este periodo el acuífero ha subido como media 11,2 metros, lo que significa que ha recobrado unas reservas de más de 1.400 hectómetros cúbicos, dato que es el mejor que se obtiene en la serie de mediciones en los últimos 27 años".
La tendencia en el acuífero es que continúe subiendo hasta el mes de junio si las precipitaciones acompañan de manera normal en los próximos meses.
Para el geólogo, otro año húmedo sería "fantástico para la recuperación global del acuífero", aunque, ha precisado, "la serie histórica nunca refleja tres años seguidos de lluvias, sólo dos, que es la situación en la que estamos".
El objetivo, según Megias, es mantener ahora la situación que se tiene y no caer en el error de volver a la situación de déficit a la que se llegó en 1996 cuando el vaciado del Acuífero 23 llegó a estar por debajo de los 3.600 hectómetros cúbicos.
Para evitar que esta situación sea efímera, el IGME considera que se debe seguir trabajando en la implantación de medidas como el Plan Especial del Alto Guadiana (PEAG).
Agua subterránea
Para Megias, muy importante en la recuperación de las masas de agua subterráneas ha sido la infiltración de las aguas de lluvia y al agua que ha llegado al acuífero desde la red de aguas superficiales y los flujos laterales de los acuíferos adyacentes, pero, también lo han sido, las medidas del PEAG.
La propuesta del IGME y la CHG, teniendo en cuenta la situación socioeconómica de la población actual, es controlar las extracciones y para ello, deberían descender hasta los 150 ó 125 hectómetros cúbicos.
Si se consiguiera extraer esta cantidad, ha dicho, "se podría conseguir que, casi todos los años, saliera agua en los Ojos del Guadiana durante el periodo de lluvias, lo que sería una situación similar a la de un régimen natural".
El Acuífero 23 tiene una gran importancia para la conservación de los humedales de la Mancha Húmeda y, en especial, para el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, cuya supervivencia se encuentra vinculada a las extracciones que se realizan de él.
Este acuífero, también denominado de la Mancha Occidental, ocupa una superficie de 5.500 kilómetros cuadrados y es por extensión, recursos e implicaciones socioeconómicas, uno de los más importantes de la cuenca del río Guadiana. EFE
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