17 julio 2011

Atención fuego bacteriano (Erwinia amylovora)

DESCRIPCIÓN
Se trata de una grave enfermedad provocada por la bacteria Erwinia amylovora que afecta a plantas pertenecientes a la familia de las rosáceas, produciendo daños económicos muy significativos en explotaciones de frutales de pepita y en el sector de plantas ornamentales de dicha familia. Además, podría poner en grave peligro de supervivencia a las rosáceas autóctonas que pueblan las superficies forestales.

PLANTAS HUÉSPED
Los géneros vegetales más importantes y susceptibles de padecer la enfermedad son Crataegus (espino albar), Chaenomeles, Cotoneaster, Cydonia (membrillero), Eriobotrya (níspero), Malus, Pyracantha (espino de fuego), Pyrus (peral), Sorbus (serbal).

DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA
La primera presencia en Europa data del año 1957, en Inglaterra, pero ya fue descrita a finales del siglo pasado en Estados Unidos. Una vez detectada en Inglaterra, se extiende con rapidez por todos los países del norte y centroeuropa. En 1978 es detectada en el sur de Francia, a menos de 50 km de la frontera española. Mientras tanto, la enfermedad causada por esta bacteria se distribuye por países meditérráneos con condiciones climatológicas semejantes, como Italia, Yugoslavia, Israel, Turquía, Grecia, Egipto, etc. En el año 1995 se detecta el primer foco en España, en la población guipuzcoana de Lezo. Desde esta fecha han sido abundantes las citas de esta bacteria, la mayor parte de ellas sobre plantas ornamentales importadas de Bélgica y Holanda, como Crataegus y Pyracantha.


SÍNTOMAS Y DAÑOS
La bacteria se difunde a través del viento, insectos polinizadores, pájaros, heridas de poda y reproducción de plantas infestadas. El primer síntoma que se puede observar es la marchitez y el posterior secado de las inflorescencias, muriendo los brotes y las ramas. Antes de morir, los brotes se curvan de una forma característica denominada “cayado de pastor”: La zona enferma, en el interior de la planta, adquiere un color marrón rojizo característico, pudiéndose observar, en los casos más favorables para la bacteria, exudados aceitosos de color oscuro sobre las partes afectadas. Los árboles o los arbustos mueren en muy poco tiempo, en ocasiones en dos o tres semanas.

CONTROL Y TRATAMIENTO
Esta bacteria es de muy fácil dispersión y contamina vegetales huéspedes sin mostrar síntomas, por lo que hay que tener el máximo cuidado con la introducción, en un territorio, de material vegetal procedente de zonas contaminadas.
Los daños que produce son muy graves, provocando la muerte de la planta. Además, la velocidad de progresión de la enfermedad es muy rápida, dependiendo de la cantidad de bacterias y de las condiciones metereológicas. 

Es muy difícil controlar esta enfermedad. La lucha química es ineficaz y sólo existen productos capaces de amortiguar los síntomas disminuyendo la cantidad inóculo en las plantas afectadas.

La colaboración de todos los Técnicos Forestales para reforzar las medidas sistemáticas de vigilancia contra esta bacteriosis en áreas forestales es necesaria, ya que la bacteria puede poner en claro peligro a nuestras rosáceas autóctonas, tanto silvestres como cultivadas.

MÉTODOS DE CONTROL
El control sólo se puede basar en la aplicación de medidas preventivas.
l. Utilizar siempre material sano y garantizado no procedente de zonas o países con Fuego Bacteriano.
2. No introducir, bajo ningún concepto, desde otros países plantas recogidas en el campo o compradas en supermercados, “gardens centers”, etc.
3. La adquisición de plantas huéspedes de esta grave enfermedad debe efectuarse sólo en viveros autorizados, exigiendo siempre el pasaporte fitosanitario ZP.

Enrique Martín Bernal
Ing. Téc Forestal
D.G.A.-Unidad Sanidad Forestal. Zaragoza


FICHA Nº8 ERWINIA AMYLOVORA, el fuego bacteriano de las rosáceas: ciclo biológico, daños y métodos de control.

fuente: redforesta.com


Las primaveras lluviosas con temperaturas suaves de estos dos últimos años pueden favorecer la extensión de la bacteria, propagándose rápidamente incluso en el medio natural, ya que las humedades relativas altas (en torno a 70%) con temperaturas entre 18 y 30ºC favorece su dispersión

Habrá que estar atentos

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