Biodiversidad en plantaciones de eucaliptos
(éste es el título de la charla)
¿Por qué este título?. Hablamos de biodiversidad, por tanto nos referimos al conjunto de valores ambientales que pueda haber en un territorio, independientemente de que este pueda ser considerado como natural o artificial. Las plantaciones de eucaliptos no poseen en sí mismas un valor ambiental reconocido dentro de las estructuras ecológicas de territorios como los que ocupa en la costa cantábrica y a las que normalmente les damos valor por su grado de naturalidad. En el caso de las plantaciones de eucalipto, nos estamos refiriendo a un territorio totalmente artificial, creado por el hombre con unos fines concretos como es producir madera para transformarla en pasta de papel.
Pero aún siendo así, un cultivo artificial, son una realidad presente en el territorio desde hace más de sesenta años, a partir del desarrollo de una política forestal que desafortunadamente, a mediados del siglo pasado apostó por las plantaciones de eucaliptos y no por la producción de maderas nobles.
Hoy en día, las plantaciones de eucaliptos son una realidad, tanto dentro del marco de la ecología del territorio, como dentro de los procesos socioeconómicos. De la madera de eucalipto se produce pasta de papel que es una materia prima que nuestra sociedad consume.
Desde este punto de vista, por mucho que consideremos al eucalipto como una especie extraña, sus plantaciones no van a ser erradicadas, y la extensión de terreno que ocupan alcanza una gran importancia. Por ello es interesante comenzar a valorar entonces su influencia en la ecología del territorio que ocupa y el alcance de la biodiversidad que alberga.
Estructura de las plantaciones en el paisaje
Generalmente, las plantaciones de eucaliptos han surgido en el territorio a partir de iniciativas privadas, ocupando antiguas fincas de cultivo o montes que antes estaban poblados con especies frondosas como el castaño lo que hace que en la actualidad. Esto hace que las plantaciones de eucalipto se entremezclen con otros elementos naturales que aún se mantienen en el territorio, bien dentro de las propias plantaciones o en sus bordes
Esta situación genera una especial característica de combinación de elementos ambientales en el terreno, que implica que las plantaciones de los eucaliptos no sean del todo excluyentes de otros elementos botánicos y faunísticos de mayor o menor interés biológico.
En una palabra. Normalmente existe una gran mezcla de elementos naturales en las propias plantaciones. Esto da lugar a que los ecotonos del territorio puedan ser diversos, variados, formados por mucha más vegetación que solamente los eucaliptos y por tanto, ocupados también por seres vivos que se terminan adaptando a esta circunstancia ambiental.
Debemos entonces conocer bien cuáles son todos estos elementos naturales, pues no los podemos despreciar, por mucho que habiten o coexistan con plantaciones de eucaliptos que es una estructura vegetal que no nos gusta o que rechazamos por considerar que posee un escaso valor ecológico.
La parte aérea de una plantación de eucaliptos puede estar siendo utilizada por un buen número de aves para nidificar, bien haciéndolo directamente sobre los propios eucaliptos o utilizando otras especies que a modo de pies aislados quedan en el interior o los bordes de la plantación.
Algunas de estas especies pueden ser verdaderamente interesantes, especialmente cuando se trata de aves de presa, ya que no son raras las nidificaciones de ratoneros, azores, gavilanes, halcón abejero, etc.
La vegetación arbustiva siempre posee un carácter autóctono, y aunque muchas veces nos parezca pobre, la realidad es que muchos terrenos plantados de eucaliptos también albergan otras especies productoras de frutos como las zarzas y otras variedades de árboles y arbustos que aunque no sea en gran densidad, ofrecen también refugio y alimento. Así que la ornitofauna de los eucaliptales puede no ser despreciable, por mucho que la cobertura de la plantación nos lo parezca.
Y el suelo es en gran parte de las plantaciones también un medio en el que podemos encontrar elementos de valor ambiental. Riachuelos, arroyos, zonas húmedas para anfibios, tejoneras, madrigueras de zorros, zonas marginales de herbáceas que ofrecen alimento a ungulados como el corzo, densos matorrales donde el jabalí es abundante y muy posiblemente, variadas especies de mustélidos, entre ellas la garduña, quizás la más abundante.
¿Cual es el principal riesgo para conservar estos valores naturales que descubrimos en el interior de las plantaciones de eucaliptos?.
Pues fundamentalmente, el hecho de que al no valorar estas plantaciones desde un punto de vista ambiental, no existen criterios de gestión que puedan llegar a conservar los muchos o pocos valores ambiéntales que estas plantaciones poseen.
Un riesgo evidente proviene de la peculiaridad de su gestión. Es posible cortar los árboles en cualquier época del año. Y normalmente, se corta en periodos de buen clima, coincidiendo en algunas ocasiones con épocas de reproducción. Nos podríamos preguntar por ejemplo ¿Cuántos nidos de aves de presa ocupados, son destruidos cada año al cortar las plantaciones de eucaliptos?.
Sería complejo legislar periodos de corta tal como se hace con las frondosas. Por eso, quizás el aspecto más interesante para evitar que algunos valores biológicos se pierdan es comenzar a potenciar entre los propietarios de plantaciones, la necesidad de realizar inventarios de esos valores para que sean tenidos en cuenta cuando llegue el momento de la corta.
Identificar los principales valores biológicos en una plantación de eucaliptos no es demasiado complejo, y aunque a una pequeña escala, ésto nos pueda parecer un poco exagerado y sin demasiada importancia, no hay que olvidar que solamente en Asturias, las plantaciones de eucaliptos ocupan una superficie que posiblemente supere las 80.000 hectáreas.
Otra pregunta que nos podemos hacer también sería ¿Cuántas aves de presa nidifican en eucaliptos, cuántas charcas tenemos en su interior, cuántas tejoneras hay? Si lo conocemos sería más fácil protegerlas. Evitar que un roble aislado donde cría un azor, sea derribado al cortar los eucaliptos de su entorno. Que una máquina excavadora haga un camino en medio de una charca o atraviese una tejonera, matando a toda la familia que vive en ella, podrían ser algunos buenos ejemplos.
En definitiva, estamos hablando de que pese a que las plantaciones de eucaliptos poseen un impacto negativo sobre la estabilidad de un ecosistema natural, son una realidad que no podemos ignorar, intentemos que su explotación sea desde un punto de vista ambiental, lo más sostenible que se pueda.
Técnicas para la identificación de los valores biológicos
Las técnicas para identificar algunos valores biológicos dentro de las plantaciones de eucaliptos no nos son extrañas a las que ya se vienen utilizando en otros trabajos de conservación de la biodiversidad.
A la identificación de la flora que pueda acompañar a un terreno plantado con eucaliptos, podemos añadir el conocimiento de qué especies faunísticas lo utilizan, con cuánta frecuencia o para qué lo usan; como refugio, para reproducirse, como zona de alimentación, etc.
Toda esta información puede ser fácilmente ordenada, almacenada y puesta en conocimiento del gestor de la plantación para que la tenga en cuenta en el momento de la corta o en los planes de mantenimiento.
Apoyo a la conservación de la biodiversidad
Para trabajar en conservación de la naturaleza en general, es necesario conocer qué elementos son importantes, interesantes o dignos de ser tenidos en cuenta. Máxime cuanto trabajamos con especies que ocupan ecosistemas que han sido intervenidos por el hombre y por tanto, su grado de naturalidad es relativo.
Descubrir por tanto si las plantaciones de eucaliptos pueden ofrecer alguna ayuda a trabajar en conservación puede resultar un tema interesante.
Sabemos que estas plantaciones ofrecen una buena oportunidad como refugio, por la densidad de vegetación que se establece en el área plantada. En cambio, siempre se ha valorado que los eucaliptos no ofrecen ninguna posibilidad de alimento. No producen frutos, sus hojas cuando caen al suelo no se descomponen y no se integran en procesos de interés para la microfauna. Es quizás la parte que es efectivamente más negativa para el ecosistema.
Sin embargo, sí hay una aportación de gran interés por parte de los eucaliptos: Es su FLORACIÓN. Estos árboles pueden florecer durante todo el año, pero preferentemente, lo hacen en los meses de invierno, justo cuando menos flores naturales hay en el territorio.
Esta singularidad, hace que los eucaliptos sean de gran interés para la apicultura, una actividad que actualmente está sometida a muchos factores negativos; enfermedades, situaciones desconocidas como los nuevos procesos de muerte de colmenas por desaparición de las abejas, etc…
Con la desaparición de la abeja silvestre en libertad, la apicultura se manifiesta como una actividad de gran importancia para el sostenimiento de ecosistemas de montaña. Por tanto, podemos comenzar a descubrir que puede haber alguna relación positiva entre las plantaciones de eucaliptos y la necesidad de proteger ecosistemas valioso donde habitan especies tan importantes como el oso pardo y el urogallo.
La pregunta en la charla era: ¿PUEDEN SER UTILES LAS PLANTACIONES DE EUCALIPTOS PARA LA CONSERVACIÓN DE OSO Y UROGALLOS?Veamos si pueden ser útiles
Para que una colmena sea rentable debe de producir miel y producirá más según sea la posibilidad de las abejas de poder visitar el mayor número de flores a lo largo del año.
Para conseguir este mayor aprovechamiento de las flores, lo apicultores trasladan de territorio sus colmenas según se van produciendo las floraciones. En realidad, ésto lo hacen muy pocos apicultores, solamente los profesionales que viven exclusivamente de la comercialización de los productos que obtienen de las colmenas.
Desde un punto de vista de la conservación de la biodiversidad, nos interesa que haya el mayor número de colmenas y apicultores profesionales posibles. Pero de manera específica, interesa que estos apicultores puedan llevar sus colmenas a zonas de gran valor ecológico, especialmente a zonas donde se encuentran los hábitats de osos y urogallos, para que las abejas polinicen las flores de estos ecosistemas.
Como bien conocemos todos, muchos de estos hábitats se localizan en zonas de alta montaña, donde los inviernos son muy fríos y no es posible mantener constantemente las colmenas en ellos. Por tanto, es necesario localizar zonas de “invernada” para las colmenas. Y es aquí donde descubrimos, que actualmente, la mejor área de invernada para una colmena es en una plantación de eucaliptos ya que las abejas van a poder seguir obteniendo polen de sus flores incluso en el invierno.
La capacidad polinizadora de una colmena queda determinada por el número de insectos que la componen. En el caso de las abejas, puede llegar a los 50.000, por lo que podemos deducir con facilidad que si las colmenas que se trasladan a las zonas de montaña, proceden de plantaciones de eucaliptos donde han podido trabajar un mayor número de meses gracias a la floración, estas tendrán un mayor número de abejas pecoreadoras, y por tanto, generarán una mayor polinización en flores que producen frutos silvestres, como es el caso del arándano
Resumiendo para finalizar la charla:
1º Aunque sigamos manteniendo que las plantaciones de eucalipto son en sí mismas muy pobres desde un punto de vista ambiental, podemos descubrir valores interesante para apoyar estrategias de conservación
2º Es la circunstancia de poder aprovechar sus flores para el mantenimiento de la apicultura que posteriormente utilizaremos en áreas de alta montaña.
3º Las colmenas bien pobladas de abejas, poseen una mayor eficacia polinizadora
4º Un mayor nivel de polinización, produce una mayor carga de frutos silvestres en un ecosistema
5º Tal como se ha demostrado, la polinización que surge a partir de las colmenas de la apicultura, poseen un gran impacto positivo en la conservación de la biodiversidad y específicamente, dentro del trabajo del FAPAS en la conservación del hábitat del oso pardo y el urogallo.
A raíz de unas publicaciones controvertidas a colación de la charla, FAPAS incide:
Desde el FAPAS no vamos a entrar en debates ecologistas ya muy manidos sobre si es ética tal o cual postura. Resulta histórico el rechazo ecologista al tema del eucalipto en España, y sin duda alguna con gran razón. Sustituir las dehesas españolas por eucaliptos ha sido quizás el más grave atentado ecológico moderno hecho a nuestra naturaleza.
Planificar una política forestal que ha marginado los bosques naturales cantábricos, ha sido una visión más que miope del Cuerpo de Ingenieros de Montes en el siglo pasado.
Pero la realidad es terca. Hoy en día, el eucalipto genera una economía en el ámbito de la renta de algunas regiones como Asturias y su permanencia en el territorio va a ser estable por mucho que el ecologismo se desgañite en contar las maldades de este cultivo.
Aprovechar alguna de las utilidades que manifiesta consideramos que no es ninguna traición a la ecología y la conservación de la naturaleza, es simplemente una oportunidad que no podemos desaprovechar.
Por si a alguien le interesa, estos son algunas de las noticias que han surgido en prensa a partir de la charla del Presidente del FAPAS.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20100707/asturias/fapas-cree-eucaliptos-pueden-20100707.html
http://www.adn.es/tecnologia/20100706/NWS-0761-FAPAS-eucaliptos-conservar-natural-pueden.html
fuente: www.fapas.es
1 comentarios realizados :
Saludos,
No estoy de acuerdo con lo comentado por el Fapas, los eucaliptos son especies pirófilas que agraban y vuelven más virulentos los incendios forestales por su alto contenido en aceites, por otro lado, son árboles que consumen muchísima cantidad de agua donde esta se encuentra, dejando la tierra seca, estéril, sin vida. En Galicia por ejemplo, estan desplazando a las poblaciones autćctonas con una merma importante de las mismas, las poblaciones de Carballos se han reducido tanto que tan solo se encuentran en zonas protegidas como O Courel, As Fragas do Eume, etc.
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