Todos los años vemos en las noticias inundaciones que se producen en localidades de provincias como Jaén.
La muy posible causa de estas inundaciones son las prácticas agrícolas que se ejecutan en los términos municipales con cultivos mayoritarios de olivar.
Los cultivos de olivar mantienen un marco de plantación alto, manteniendo descubierto el suelo de cualquier material vegetal, ya que las labores que se realizan son precisamente de eliminación de cualquier material que pudiera protegerlo.
En años que el aceite tiene una valor considerable se aprovechan aquellos olivares menos productivos, que generalmente se sitúan en zonas con pendientes fuertes. Labrar las parcelas, para que supuestamente no haya competencia, elimina toda cobertura vegetal, por lo que el suelo se ve desnudo de cualquier protección.
Cuando alguna tormenta descarga con fuerza, el suelo desprotegido no tiene más remedio que ligarse a las escorrentías y así arrastrar toneladas de tierra que llegan a las zonas pobladas, cuyas redes de drenaje no son capaces de evacuar excesos de materiales sólidos.
Así que, cuando se produzca la próxima noticia de riada, en cualquier localidad en el que el cultivo principal colindante sea el olivar, acuérdense de este artículo
Posible solución:
- Mantenimiento de cubierta vegetal espontánea
- No permitir la plantación de cultivos que tengan un marco de plantación alto en zonas donde la pendiente sea excesiva
- Instalación de bancales naturales o artificiales para limitar la pérdida de suelo por escorrentía
- Impedir la realización de prácticas a favor de la pendiente
- Programas de concienciacion y educación para los agricultores, orientadas para la realización de prácticas agroambientales sin pérdida de producción.
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