15.825 hectáreas quemadas en Castilla y León hasta 31 de octubre, disminuyendo la media del decenio

Castilla y León despide los meses de mayor riesgo de la campaña contra los incendios forestales de 2011 con cifras «positivas y negativas», tal y como señaló el consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Antonio Silván. Y es que, a 31 de octubre, la superficie forestal afectada por el fuego en la Comunidad sumaba 15.825 hectáreas, lo que supone una reducción del 23 por ciento respecto a la media de los últimos diez años en los que las llamas arrasaron unas 20.615 hectáreas por campaña. Pese a esta cifra, el número de incendios registrados ha sido mayor, alcanzando los 2.119.

Silván destacó también la importancia de que sólo el 13 por ciento de esta superficie afectada por los incendios forestales haya sido de arbolado y que el 87 por ciento restante fuera de pasto y matorral que, según dijo, se regenera «de forma más rápida», recuperándose en un período de entre «uno y tres años».

El total, la superficie arbolada quemada en Castilla y León durante la campaña de 2011 fue de 2.002 hectáreas, un 54 por ciento menos que la media de la última década, que fijaba las hectáreas arrasadas en 4.274. Dadas estas cifras, Silván hizo «una valoración positiva» del desarrollo de la campaña y apuntó que pese a que «finaliza el peligro» una vez superados los meses del verano, las labores para la lucha contra el fuego «continúan activas» durante los 365 días del año.

Más «eficiencia»

Del mismo modo, el consejero subrayó el incremento en «la eficiencia» del operativo contra incendios de la Comunidad, que ha logrado una reducción de «los tiempos de control y extinción» de las llamas. Así, indicó que el 80 por ciento de los fuegos registrados se controlaron en «menos de tres horas». Un tiempo que se empleó también para la extinción total de más de la mitad. Este logro ha sido posible, según Silván, gracias a la «formación» del operativo y «la mejora en el uso de las nuevas tecnologías».

En este sentido, cabe destacar que los diez centros de mando de la Comunidad (uno autonómico y nueve provinciales) están conectados entre sí y comparten la información de los incendios y los medios del operativo en tiempo real. Para este fin emplean la aplicación informática denominada Programa de Seguimiento de Incendios Forestales (Sinfo), que facilita la toma de decisiones además de generar, entre otros, estadística nacional, informes o análisis.

Todas las zonas disponen también de equipos GPS con los que se lleva a cabo la perimetración de la superficie afectada por las llamas y que también permiten conocer cada 20 segundos la posición y la actuación de los medios de extinción desplazados en la zona del incendio.

En cuanto a la mejora en la formación del operativo, Silván destacó la labor del Centro para la Defensa contra el Fuego (CDF), situado en León y que permite una mayor profesionalización de los equipos mediante cursos específicos de prevención, extinción e investigación y que en 2011 ocuparon unas 1.147 horas. Desde la creación de este centro, se ha proporcionado formación a más de 16.000 profesionales.

Para la extinción de incendios, Castilla y León cuenta con 4.390 profesionales divididos en 217 técnicos, 953 agentes medioambientales y celadores, 1.341 profesionales de autobombas, puestos de vigilancia y centros de mando, 444 especialistas helitransportados, 1.286 especialistas de las cuadrillas de tierra y 149 profesionales de medios aéreos y retenes de maquinaria pesada.

La Comunidad cuenta también con 188 puestos de vigilancia, 204 autobombas y 186 cuadrillas, de las que 126 son terrestres y 60 helitransportadas. Los medios aéreos disponibles son 29, de los que cuatro son aviones y 25 helicópteros. Hay también 23 retenes de maquinaria.

57 salidas

Este operativo no se centra, sin embargo, de forma exclusiva en la extinción de los incendios forestales que se producen en Castilla y León. Así, durante este año, el consejero de Fomento de la Junta recordó que participaron también en 685 fuegos «no forestales», como los «urbanos o los agrícolas» en los que sirvieron de apoyo a los medios de extinción locales. Además, intervinieron en 57 ocasiones en otras comunidades autónomas y en Portugal.