En la entrevista concedida a Consumer se dicen cosas como:
¿Ya no hay bosques naturales?
Tener bosques naturales con la densidad de población de España o Europa es una ilusión. Los que quedan se encuentran en los grandes espacios deshumanizados de Canadá y Rusia (el país con más bosques del mundo, la mayor parte naturales) y en las selvas tropicales, sobre todo, en la cuenca del Amazonas y, en mucha menor medida, en la cuenca del Congo y las islas de Indonesia y del Sudeste Asiático. La recuperación y conservación de los bosques naturales es fundamental, pero de forma estudiada, porque lo que sirve en unos sitios puede no servir en otros. El urogallo desaparece porque su hábitat se transforma en otro distinto al suyo.
¿Ninguna plantación ha tenido los efectos criticados?No se puede generalizar por dos sistemas que han alterado ciertos entornos de la Península Ibérica: el pino radiata en el País Vasco y el eucaliptus en el resto de la Cordillera Cantábrica. Las plantaciones productivas no llegan al millón de hectáreas frente a los treinta millones totales de bosques. Estas plantaciones no se han hecho a costa de bosques antiguos, sino de forma mayoritaria a costa del derrumbamiento de los sistemas agrarios tradicionales.
¿Cuánta madera se produce y consume en España?
En la actualidad, se consume el doble de la madera que se produce.
Sin embargo, a tenor de su extensión, la producción de los bosques españoles podría ser mucho mayor.
Los bosques españoles producen 20 millones de metros cúbicos de madera, pero podrían lograr 50 millones. Podríamos ser autosuficientes, pero la gestión de los bosques debe mejorar. Además, la opinión pública debe ser consciente de que cortar árboles para consumir su madera no es malo, sino todo lo contrario.
¿Qué les diría a los consumidores?La madera es renovable y mucho más ecológica y sostenible que otros materiales utilizados de forma mayoritaria. En ese sentido, es mejor utilizar papel que un aparato electrónico, muebles de madera que sintéticos, casas con estructura de madera que de hormigón, calefacciones con biomasa en vez de gasóleo o gas, o bolsas de papel en vez de plástico. En los países escandinavos, Austria o Alemania consumen 1,5 metros cúbicos de madera por habitante y año de media, mientras que en España no se pasa de 0,9.
También se habla de especuladores que queman bosques para sacarles una mayor rentabilidad.
A los productores de madera no les interesa quemarlos, porque cuantos más años tienen, valen más. La ley prohíbe urbanizar bosques quemados, así que tampoco. Sí hay problemas con paisajes pastorales donde los ganaderos quieren pasto para su ganado y prenden zonas que no son bosque, pero que al final les alcanza y se queman. No obstante, no hay que criminalizar a nadie porque sea ganadero, maderero o ecologista. Hay sitio para todos, siempre que se haga con una gestión adecuada.
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