El uso de la biomasa en edificios públicos del entorno rural reduce costes energéticos y genera empleo

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VALLADOLID
Crear empleo y ahorrar costes. Ésta es la posibilidad que abre al mundo rural la masa de montes que se extiende por Castilla y León gracias al aprovechamiento de la biomasa para su uso en calderas de edificios públicos, un sistema que sustituiría al gasoil sin suponer grandes costes y que, sin embargo, permitiría generar riqueza en municipios enclavados en estos entornos.

Conscientes de las ventajas de esta fuente de energía, los presidentes de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) y la Red de Municipios Forestales (Remufor), Javier Díaz y Santiago Arévalo, suscribieron ayer un convenio de colaboración para impulsar la generalización del uso de la biomasa para calefacción y agua caliente en edificios públicos.

La mitad de las entidades locales españolas son forestales, una cualidad no explotada, que tiene potencial para ser un foco de desarrollo económico. La colaboración entre la asociación y la red —con un centenar de miembros— es animar a los municipios a sacar rendimiento a sus propiedades, ya que las nuevas calderas en colegios, centros de salud o ayuntamientos las arcas municipales ahorrarían más de un sesenta por ciento del consumo de energía, y para su manejo se crearían una media de cinco puestos de trabajo.

Para que sus instalaciones se calienten con biomasa habría que cambiar las calderas, disponer de un almacén o planta para el tratamiento de los recursos, un sistema de astillado y una zona de secado. Todo ello, implicaría un coste de entre 150.000 y 400.000 euros, gasto que podría ser compartido por puntos cercanos que se nutrieran de las misma fuente de energía.
Primeros pasos

Los municipios burgalesas Briviesca y Belorado y el segoviano de Coca ya funcionan con instalaciones de biomasa en sus edificios públicos. El siguiente en sumarse a la lista será El Espinar, también en Segovia, cuyo regidor —presente ayer en el acto como miembro de Remufor—, Francisco Jorge, expuso que en plena crisis el incremento de costes de energía es un gasto que «no puede ser» y por ello se ha propuesto «buscar alternativas». Ya tiene el permiso de aprovechamiento forestal para su uso y para venderlo, y es que se plantea la explotación de este recurso.