Los datos son claros. El 80 por ciento de los incendios que se registran en la Comunidad gallega se producen siempre en las mismas zonas año tras año, fuegos causados, en su totalidad, por las propias personas, tanto por acciones negligentes —como pueden ser las quemas incontroladas— como por actos con alevosía. Así lo corrobora un informe presentando ayer por el Colegio de Ingenieros de Montes con motivo del Día Forestal Mundial, una fecha instituida por la Organización de Naciones Unidas para fomentar la conservación de los montes y concienciar a la sociedad de su importancia y utilidad.
El estudio asegura que cuatro de cada cinco incendios forestales en Galicia reinciden en los mismos lugares, lo cual se interpreta como «una señal de que algo está ocurriendo», según apuntó el decano del Colegio, Carlos del Álamo. Afirmación que ya a principios de mes, la conselleira de Medio Rural y Mar, Rosa Quintana, avanzaba en una entrevista a ABC, certificando que «algo pasa» en algunas zonas de Galicia, pues los fuegos se concentran cada año en «77 parroquias de las 3.798 que tenemos».
Además, el informe apunta que casi el cien por ciento de los incendios forestales son culpa del hombre y de hecho, en lo que va de año, los detenidos por quemas incontroladas o fuegos provocados en el territorio gallego ya ascienden a más de 50. El último, un vecino de Lalín detenido por originar un incendio que quemó 3.500 metros cuadrados de monte arbolado y 6.000 metros de matorral. Ante las detenciones, Quintana propuso, hace unos días, endurecer las penas de cárcel para estos incendiarios porque, a su ver, son «unos criminales más», sentenció.
En total, el número de hectáreas calcinadas durante estos primeros meses de 2012 ya alcanza las 3.900 hectáreas, dato que todavía está por debajo del alcanzado en 2008, donde a estas alturas de año ya se superaban las 4.000 hectáreas. Sin embargo, las cifras distan de las sumadas en 2011 por estas fechas, año en el que la sequía no azotó a la Comunidad en el invierno, sino que lo hizo a partir del verano, generando una situación que continúa a día de hoy a pesar de las precipitaciones copiosas de este fin de semana pasado.
Refuerzos en brigadas
A pesar de que la Xunta retiró los permisos de quema a principios de la semana pasada tras el aumento de los incendios provocados por actos imprudentes en la quema de rastrojos, las llamas continúan arrasando los montes gallegos. Por ello, el secretario general de Medio Rural y Montes, Tomás Fernández-Couto, informó ayer —en una comisión parlamentaria— de que el gobierno autonómico reforzará las brigadas helitransportadas del operativo contra incendios forestales en esta segunda quincena.
Así lo dejó en acta el alto cargo del departamento autonómico, en respuesta a una pregunta de la diputada nacionalista Tereixa Paz, que criticó las directrices de la Xunta y de la propia conselleira en torno al tema de los incendios que, según ella, propiciaron una situación de «auténtico polvorín» en los montes gallegos.
Paz cuestionó la contratación de nueve medios aéreos que Quintana hizo el pasado 18 de febrero, «sin las brigadas de tierra que tienen que hacer los trabajos conjuntos salvo en tres bases en las que sí existe personal propio de la Xunta», apuntó. Declaración que Fernández-Couto acalló, pues informó que «en la segunda quincena se pondrán en marcha los refuerzos» de estas brigadas, negando, al mismo tiempo, que exista «improvisación» en las actuaciones de Medio Rural.
Pero la nacionalista también atacó a la Consellería por retirar los permisos de quemas tan tarde pues, según Paz, la situación en algunas zonas de Ourense había días que ya era «descontrolada». Sin embargo, el secretario alegó que a principios de mes, el índice de riesgo de incendios forestales (IRDI) permitía su continuación y sentenció: «Sigo diciendo que hay una alta intencionalidad en Galicia. Puede decir lo que quiera de los fuegos en las sierras, pero no se puede prender fuego sin una autorización; esa actividad es delictiva».
La crisis, un factor más
Además de la sequía, Ingenieros de Montes confirman que un factor a tener en cuenta en lo referente al incremento de incendios durante este año es la crisis. En este sentido, Del Álamo aseguró que «no debe atribuirse únicamente» la causa de los fuegos a la falta de precipitaciones, pues no hay que olvidar que los incendios «los causa el ser humano», afirmó.
Además, insistió en la necesidad de conseguir un monte «rentable y bien gestionado que no arda» en un país, como es el caso del español, «eminentemente forestal», pues cerca del 50 por ciento del territorio es monte.
Apuesta de futuro
En este contexto, desde el Colegio señalan que con una inversión de 100 euros por hectárea de monte dedicada a la biomasa de uso energético se crearían 75.000 empleos en la industria forestal y supondría una inversión para el Estado de 600 millones de €.
Además, esta actividad forestal puede llegar a crear diez empleos en el medio rural por cada megavatio producido, lo que supone el ratio más alto de todas las energías renovables. De hecho, el Plan de Energías Renovables del Gobierno apunta que cada diez millones de toneladas de biomasa de uso energético genera 10.000 puestos de trabajo. Por ello, Ingenieros de Montes ven en la conservación de los montes y del paisaje una apuesta de futuro.
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