Thaumetopoea pityocampa (Foto: http://www.entomart.be/contact.html) |
Las Asociaciones Forestales de Valladolid
y Ávila, que aglutinan a más de 1.000 propietarios forestales
particulares, están fomentando las poblaciones de aves insectívoras para
el control biológico contra la plaga de la procesionaria, a través de
la instalación de más de 500 cajas-nido durante los últimos meses.
Debido a los suaves inviernos que se están viviendo los últimos años sin
heladas fuertes, “la oruga de la procesionaria está extendiéndose de
manera preocupante los pinares de Castilla y León”, señalan en un
comunicado ambas asociaciones: “Se trata de una plaga autóctona
totalmente establecida en la península ibérica a la que es imposible, ni
siquiera recomendable, erradicar por completo. Es una plaga que
raramente mata a los pinos, pero reduce el crecimiento de la masa
forestal y la debilita, siendo más vulnerable a otros patógenos”,
indican desde las asociaciones forestales.
El daño es muy llamativo durante el invierno ya que los pinos
aparentemente están secos, pero al llegar la primavera con el nuevo
follaje recuperan el color habitual. Las heladas fuertes de menos ocho a
menos diez grados centígrados hacen que mueran la gran mayoría de
orugas, pero a falta de éstas, la manera de controlar la plaga es el
control y la lucha biológica.
La lucha biológica consiste en fomentar la presencia de aves
insectívoras como herrerillos y carboneros que se alimentan del insecto.
Desde las asociaciones forestales de Ávila y Valladolid se ha
centralizado el reparto de cajas-nido para los propietarios forestales
asociados, instalándose más 500 cajas-nido durante los últimos meses.
“Antes del invierno se colocan cajas-nido colgando de las ramas de los
pinos, para que los pájaros las utilicen para hacer sus nidos. Estas
aves hacen un nido nuevo cada año por lo que, al acabar el verano, es
necesario abrir la caja y limpiarla de los restos del nido antiguo que
han abandonado para que quede limpio de cara a la siguiente primavera”,
señala Carlos Mantecas Alonso, técnico de la Asociación Forestal de
Ávila.
La caja-nido que se facilita está fabricada para que dure varios años,
con la tapa frontal desmontable para facilitar la limpieza del nido
viejo. La instalación de las mismas se facilita mediante unos ganchos
que se cuelgan de las ramas de los pinos.
Fuente: ASFOVA/CESEFOR/DICYT
0 comentarios realizados :
Publicar un comentario