Los expertos en desarrollo rural, reunidos el pasado mes de marzo en Valladolid, volvieron a hablar de la asignatura pendiente de Castilla y León: rentabilizar los aprovechamientos forestales. En una comunidad donde la mitad de los 94.000 metros cuadrados de sus territorio son de masa forestal, bosques o pastizal, los montes ofrecen múltiples oportunidades para generar riqueza y fijar la población. Madera, leña, fruto albar (piñas), resina, pastos, colmenas, caza, setas..., forman un conjunto de aprovechamientos forestales que, solo en los montes de utilidad pública de la provincia de Segovia, generaron el año pasado 5.090.172 euros. La mayor producción de los montes segovianos es la de madera y leña, y después la de resina, concentrada en las comarcas de Coca y Cuéllar.
Esos más de 5 millones de euros corresponden en Segovia a los 863 expedientes de aprovechamientos forestales en montes de utilidad pública que tramitó en 2011 el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. La cantidad podría ser mayor y ya hay iniciativas en marcha para rentabilizar aún más los montes, como la que lidera el Ayuntamiento de Coca con el objetivo de obtener la declaración de Bosque Modelo para las 127.000 hectáreas de pino resinero y piñonero repartidas entre Segovia, Valladolid y Ávila.
De lo que no tiene una estimación la Junta es de a cuánto asciende el conjunto de los aprovechamientos forestales de montes privados, si bien el número de expedientes ya da una idea: 2.533 de madera y leña, con 11.576 metros cúbicos de madera y 163.192 estéreos (cantidad que cabe en un metro cúbico) de leña; otros 283 expedientes de piñones (fruto albar), que corresponden a 9.130 hectolitros, y 20 de resina para una producción de 46.274 kilogramos.
La madera de los montes privados supone menos de una décima parte de la que se extrae de los de utilidad pública, que en 2011 superó los 127.000 metros cúbicos entre la de pino resinero (Pinus pinaster) y piñonero (Pinus pinea)
Los expertos en desarrollo rural, reunidos el pasado mes
de marzo en Valladolid, volvieron a hablar de la asignatura pendiente de
Castilla y León: rentabilizar los aprovechamientos forestales. En una
comunidad donde la mitad de los 94.000 metros cuadrados de sus
territorio son de masa forestal, bosques o pastizal, los montes ofrecen
múltiples oportunidades para generar riqueza y fijar la población.
Madera, leña, fruto albar (piñas), resina, pastos, colmenas, caza,
setas..., forman un conjunto de aprovechamientos forestales que, solo en
los montes de utilidad pública de la provincia de Segovia, generaron el
año pasado 5.090.172 euros. La mayor producción de los montes
segovianos es la de madera y leña, y después la de resina, concentrada
en las comarcas de Coca y Cuéllar.
Esos más de 5 millones de euros corresponden en Segovia a
los 863 expedientes de aprovechamientos forestales en montes de
utilidad pública que tramitó en 2011 el Servicio Territorial de Medio
Ambiente de la Junta de Castilla y León. La cantidad podría ser mayor y
ya hay iniciativas en marcha para rentabilizar aún más los montes, como
la que lidera el Ayuntamiento de Coca con el objetivo de obtener la
declaración de Bosque Modelo para las 127.000 hectáreas de pino resinero
y piñonero repartidas entre Segovia, Valladolid y Ávila.
De lo que no tiene una estimación la Junta es de a cuánto
asciende el conjunto de los aprovechamientos forestales de montes
privados, si bien el número de expedientes ya da una idea: 2.533 de
madera y leña, con 11.576 metros cúbicos de madera y 163.192 estéreos
(cantidad que cabe en un metro cúbico) de leña; otros 283 expedientes de
piñones (fruto albar), que corresponden a 9.130 hectolitros, y 20 de
resina para una producción de 46.274 kilogramos.
La madera de los montes privados supone menos de una
décima parte de la que se extrae de los de utilidad pública, que en 2011
superó los 127.000 metros cúbicos entre la de pino pinaster y pinea,
chopo y pino silvestre, con un valor de 3.164.378 euros, de los que algo más
de 2 millones corresponden a la de pino silvestre y por encima de un
millón de euros a la de pino pinaster. Sin embargo, la proporción se
invierte en el aprovechamiento de leña, que en los montes públicos fue
de 13.553 estéreos con un valor de 102.587 euros al sumar de rebollo, roble, fresno, encina y pino.
En lo que están casi a la par los montes públicos y
privados es en la producción de piñones (8.836 hectolitros y 160.785
euros en los de utilidad pública, además de 1.460 euros por 12 toneladas
de semilla), por lo que cabe deducir que este fruto genera unos
ingresos parecidos para los propietarios particulares.
Las zonas productoras de madera y leña están repartidas
por toda la provincia, según informa el Servicio Territorial de Medio
Ambiente. Las de pino resinero (Pinus pinaster) se concentran en Aguilafuente,
Zarzuela del Pinar, Cantalejo, Lastras de Cuéllar, Sanchonuño, Cuéllar,
Navas de Oro y Coca. Las de pino silvestre (Pinus sylvestris) están en Navafría, El
Espinar y La Granja y Valsaín, aunque estas dos últimas zonas son
gestionadas por Patrimonio Nacional y la Junta no dispone de datos. El
roble rebollo (Quercus pyrenaica) se explota en la zona de Riaza.
Pastos, resina y caza
En los montes públicos, la segunda producción en
importancia son los pastos, pues reportan 535.055 euros en un total de
173 expedientes (la mayor parte para ganado lanar y vacuno) para
alimentar a un total de 20.882 cabezas. Después están las resinas, con
236 expedientes y más de un millón de pies en explotación que produjeron
el año pasado 481.138 euros.
La caza también es un aprovechamiento destacado, pues en
2011 generó 168 expedientes que corresponden a 94.737 hectáreas y que
reportaron 379.818 euros.
El valor de otros aprovechamientos es menor, pero tiene
muchas opciones de desarrollo. Siempre referidos a montes públicos, los
valores estimados por Medio Ambiente son de 76.742 euros para los
cultivos agrícolas, 4.686 euros para la hierba, 17.000 euros para las
cuatro áreas recreativas, 4.254 euros para las 3.085 colmenas, 9.000
euros por el rodaje de 14 anuncios, 2.700 euros por la venta de 250
kilos de ramas de acebo y 490 euros por 70 kilos de piedra caliza.
Recursos alternativos
En las actuales circunstancias económicas, los
aprovechamientos de los montes cobran una gran importancia para
particulares y administraciones públicas; por ejemplo, dado el precio de
los combustibles fósiles, la biomasa es cada vez más un recurso
energético de primer orden y hasta la propia Junta de Castilla y León
saca un rendimiento de los montes de su propiedad.
En Segovia, la Administración regional obtuvo el año
pasado 94.415 euros por la madera, y otros 54.951 euros
por los pastos de las 9.404 hectáreas propias que gestiona.
Medio Ambiente resuelve una cuarta parte de las denuncias
El valor de algunos aprovechamientos de los montes no
pasa desapercibido para los amigos de lo ajeno. Las piñas y piñones
están en el punto de mira incluso de bandas organizadas y en la pasada
campaña de la recogida de este fruto, entre el 11 de noviembre y el 10
de abril, la Guardia Civil ha conseguido desarticular una banda
organizada que se dedicaba a robar piñas en Segovia, Valladolid y
Zamora.
Solo en esta campaña y en la provincia de Segovia, la
Guardia Civil ha decomisado 17.420 kilos de piñas y ha detenido o
imputado a 29 personas por nueve faltas o delitos de hurto y ha iniciado
58 infracciones administrativas, la mayoría porque los recolectores de
piñas carecían de la licencia de aprovechamiento. Casi todas esas
actuaciones se desarrollaron en las comarcas de Coca y Cuéllar, según
informó la Subdelegación del Gobierno, tanto en montes públicos como
privados.
Esta actuación de la Guardia Civil complementa la del
Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta, cuya Sección de
Régimen Jurídico tramita y gestiona todo tipo de expedientes a raíz de
las denuncias que recibe, que en líneas generales son de infracciones a
la normativa de prevención de incendios, por circular sin autorización
en el monte o por los aprovechamientos que se realizan sin permiso o sin
cumplir las condiciones exigidas. Según los datos facilitados por la
Junta, en 2011 hubo 378 denuncias y 209 expedientes, de los que fueron
sobreseídos siete; 77 están en tramitación, 169 por iniciar y 98
resueltos.
La competencia para vigilar el cumplimiento de las normas
descansa en los agentes forestales y medioambientales de la Junta. Y
según indica su asociación profesional (Apafma), el número de agentes
que trabajan por comarca se ha reducido a dos por comarca los fines de
semana y festivos, cuando los particulares trabajan en sus montes. De
esta forma, los agentes consideran que la vigilancia, tanto de los
aprovechamientos como de la caza, pesca, residuos y otras actividades,
«se ha visto muy mermada».
Los encargados de la vigilancia estiman que los
expedientes resueltos «son poco más del 25% de las denuncias
formuladas», a pesar de que, en su opinión, «no suelen representar gran
dificultad puesto que suelen ser de cierta sencillez y escasa variedad».
Y el hecho de que la mayoría de las infracciones no sean sancionadas,
señala la asociación profesional, «tiene un efecto muy perjudicial,
puesto que algunos infractores, al comprobar que no ha tenido ninguna
consecuencia sobre ellos, no dudan en volver a cometerlas. En lugar de
tener un efecto disuasorio, produce el contrario».
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