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28 julio 2012
El corcho, la respuesta natural contra los #incendiosforestales
Olatz Ruiz | Sevilla
Cada mes de julio se suele llevar a cabo la saca del corcho, una actividad que permite mantenerse a muchos bosques de alcornoques y que ha pasado un momento crítico por la proliferación de tapones de plástico, sobre todo para cierre de vinos baratos.
Este trabajo de 'desvestir' al alcornoque de su protección natural, el corcho que cubre su tronco, coincide, además, con fechas en las que los incendios forestales arrasan miles de hectáreas, más aún cuando los recursos para la prevención de incendios se recorta y la escasez de lluvias durante el pasado invierno y primavera.
El corcho se considera la 'defensa' natural del tronco de los alcornoques contra el fuego y en el campo es de conocimiento general que un monte productivo está más cuidado y por tanto sufre menos riesgo de salir ardiendo. Da riqueza y empleo aunque el sector haya conocido tiempos mejores.
La organización agraria Asaja-Cádiz se declara partidaria de prevenir los incendios durante todo el año, en esa línea han trabajado los propietarios privados de las fincas que han realizado una gestión sostenible y multifuncional de los montes evitando su abandono, principalmente con sus propios medios.
Toda explotación forestal tiene que tener aprobado y ejecutado por ley un Plan de Prevención de Incendios Forestales con actuaciones mayoritariamente lineales, cortafuegos y fajas auxiliares a los caminos, que consisten en la eliminación de la parte aérea del matorral para provocar discontinuidades horizontales de combustible (se usan para frenar el avance de un posible incendio y para apoyo a la extinción del mismo), explican desde la organización agraria.
Además el sector agropecuario se encarga de disminuir el combustible en campo a través de los tratamientos silvícolas y en aquellas fincas que dispongan de un aprovechamiento corchero, se ven obligados a realizar los llamados 'suelos' (desbroces alrededor de los pies de los árboles a los que se les va a extraer el corcho). Esto beneficia la disminución de combustible en los montes y por lo tanto previene contra los incendios.
Bosques de alcornoques
En Andalucía y el sur de Extremadura existen importantes bosques de alcornoques. Precisamente en la finca la Almoraina, en su día considerado el mayor latifundio de Europa, situada en el municipio gaditano de Castellar de la Frontera, se celebró hace días la entrega del certificado de desarrollo sostenible otorgado por parte de PEFC, la asociación para la certificación española forestal, por la gestión respetuosa con el medio natural y la biodiversidad del mismo, que recogió Isabel Ugalde, la gerente de la finca.
Además de La Almoraima, otras tres agrupaciones recibieron el mismo certificado y se entregaron diplomas a seis entidades adscritas a la Red de Entidades Responsables con la Sostenibilidad Forestal (RER) en Andalucía.
PEFC España dio la buena noticia de 1.533.757 hectáreas certificadas en toda España bajo ese sello. En Andalucía, las hectáreas certificadas hasta el momento suman un total de 214.465. Marta Salvador, directora técnica de PEFC España afirmó que "hay una apuesta clara por la certificación" como muestran las cifras, y que "el consumidor está pudiendo elegir hacia dónde quiere que vaya su dinero".
En todo caso no se puede olvidar que la mejor garantía para que los bosques permanezcan cuidados y a salvo del fuego es que resulten rentables. Pese al repunte de la campaña pasada, algo inesperada, la saca de este año no presenta buenas perspectivas, porque todavía hay corcho almacenado sin encontrar salida, por lo que no se sacará el corcho de todos los alcornocales. La crisis tampoco es ajena a esta situación.
Trabajo artesanal
La saca del corcho se sigue realizando de una forma absolutamente artesanal. En la visita a La Almoraima se pudo observar en una demostración pública cómo dos trabajadores extraían esa corteza de corcho. La capa que se eliminó de los alcornoques ya no crecerá hasta que pasen nueve años, de manera que el corcho se extrae cada año por zonas, según las que estén listas en cada momento.
Después del trabajo, las hachas se desinfectaron con una mezcla de agua y lejía para evitar que los alcornoques que tienen una enfermedad la transmitieran a otros. El grosor y la calidad del corcho "dependen del terreno, del tiempo que transcurra y del clima húmedo", tal y como explicó Víctor, un agente forestal.
Algunos días después, enólogos, sumilleres y expertos gastronómicos eran los que vivían una jornada técnica en el Parque Natural de los Alcornocales, cuyo grupo de desarrollo rural es una entidad asociada a la Red Europea de Territorios Corcheros, Retecork.
Una mala campaña
Mientras tanto, la organización agraria Coag Andalucía advierte de que la actual campaña de corcho es la peor de las dos últimas décadas, y que más de la mitad de la producción se va a quedar en los árboles. Según el responsable del sector en esta organización agraria, Javier Benítez, en estos momentos "vivimos una situación inédita que ni siquiera los veteranos entienden. En muchas fincas, el corcho no sale, y nadie se explica por qué. En años de sequía, la saca suele ser más corta pero se da bien. Y en otros años más secos se ha dado el corcho mejor. Este año, no", explica.
La sequía además ha provocado una pérdida de peso de alrededor de un 20%, lo que reduce aún más los escasos ingresos de los productores y el mercado tampoco acompaña. El precio es muy bajo, aunque el corcho de calidades superiores va un poco mejor, pero los de calidades inferiores están teniendo serios problemas para llegar al mercado, continúan desde Coag.
El sector andaluz sufre especialmente la competencia de las multinacionales portuguesas, que acaparan el mercado y tiran a la baja los precios, y se ve igualmente afectado por el uso del tapón sintético en las botellas de vino de calidades inferiores. Asimismo, el sector ha reducido sus ventas por el parón de la construcción, que usa el corcho como aislante.
Empleo forestal
Según la Consejería de Agricultura andaluza, en una campaña normal el sector genera 74 millones de euros y 130.000 jornales. Este año el empleo puede verse reducido a la mitad.
Sin embargo, el plan de choque para crear empleo aprobado el pasado jueves por el gobierno que preside José Antonio Griñán y que destina 90 millones de euros a 'empleo verde' centrado en trabajos forestales ya ha recibido críticas.
Coag recuerda que el Plan Estratégico del Corcho está parado desde hace dos años mientras Asaja Andalucía espera que la partida económica anunciada complemente las ya comprometidas por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente, que ya están generando empleo en la prevención de incendios y en gestión forestal sostenible y que son vitales para evitar los incendios forestales y no supnga un cambio de destino de las ya aprobadas.
información: elmundo.es
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